La huelga deja protestas masivas y heridos en Grecia
El Parlamento vota hoy el plan de austeridad diseñado por el Gobierno
Una huelga general de 48 horas que comenzó ayer y terminará hoy. Decenas de miles de manifestantes que gritan consignas como "Que se vaya el FMI" o "No he robado y no pago", y piden a todos los políticos que se marchen a casa. El líder del mayor sindicato del país, con más de medio millón de afiliados, que avisa a los diputados de que están a punto de impulsar una "espiral mortífera" que ahondará la recesión, reducirá los ingresos del Estado y aumentará el paro, que acaba de escalar hasta el 16,5% de la población activa.
Así de caldeado estaba ayer el ambiente en Grecia, 24 horas antes de que el Parlamento vote un paquete de medidas diseñado por el Gobierno socialista que incluye, entre otros recortes, nuevos y gravosos impuestos, despidos de funcionarios, y rebajas de sueldos públicos y pensiones.
Las disensiones internas amenazan la estabilidad del Ejecutivo socialista
Más de 100.000 ciudadanos llenaron las calles de Atenas, Salónica, Volos, Patras y otras ciudades en una de las mayores protestas que ha vivido el país -y van muchas- desde el inicio de la crisis. En la capital, donde según las autoridades se congregaron 70.000 personas y 120.000 según los sindicatos, la policía utilizó gases lacrimógenos contra centenares de manifestantes que intentaban derribar una valla para entrar en el Parlamento. También cargaron contra otros que les lanzaban piedras. Los enfrentamientos dejaron 21 heridos leves, 15 de ellos policías, y 25 detenidos.
La quinta huelga general en lo que va de año -que obligó a cancelar varios vuelos desde España- dejó paralizado el sector público y gran parte del privado, según los dos sindicatos convocantes. Pero el descontento social no amenaza solo la tranquilidad en las calles, sino la estabilidad del propio Gobierno. El primer ministro, Yorgos Papandreu, fracasó en su intento de lograr el apoyo de la oposición. Pese a lograr ayer el sí de sus 154 diputados en la votación preliminar para sacar adelante los recortes pactados con el FMI y la Comisión Europea, algunos líderes socialistas han anunciado que hoy, cuando se voten las medidas una a una, rechazarán alguna, lo que puede colocar a Papandreu en una situación insostenible. El jefe del Ejecutivo ha convocado un Consejo de Ministros extraordinario horas antes de la votación para llamar a filas a sus correligionarios. "La presión social en la calle y las disensiones internas pueden acabar con el Gobierno. Pocos creen que sea capaz de terminar la legislatura. Y el sector más izquierdista del Pasok amenaza con aliarse con el mayor partido de la oposición, de centro derecha, partidario de renegociar los acuerdos firmados con la troika", resume desde Atenas la periodista Corina Vasilopoulou.
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