Alicante tendrá un nuevo fiscal Anticorrupción

La Fiscalía Provincial de Alicante contará antes de que finalice este año con un nuevo fiscal Anticorrupción, según confirmó ayer Ricard Cabedo, Fiscal Superior de la Fiscalía de la Comunidad Valenciana. El nuevo representante de este destacamento del ministerio público será el tercero en Alicante.

El primer fiscal Anticorrupción de Alicante fue Felipe Briones, en el cargo desde 2004. Más adelante, la Fiscalía General del Estado delegó en el fiscal Pedro Romero las mismas funciones, pero limitadas a la demarcación de La Vega Baja. En esta comarca y en concreto en el municipio de Orihuela se sitúa el epicentro del caso Brugal. En la provincia de Castellón no hay ningún representante de Anticorrupción, y la de Valencia, la única plaza la ocupa Jesús Carrasco.

Cabedo hizo este anuncio durante la inspección ordinaria de la Fiscalía Alicante. El fiscal superior señaló que Alicante había solicitado una plaza para asignarla al departamento de Anticorrupción, "dado el elevado número de diligencias relacionadas con esos asuntos que llegan a la fiscalía", precisó Cabedo. Según Cabedo, la pasada primavera, la Fiscalía General del Estado dio el visto bueno a la plaza, que será cubierta el próximo mes de diciembre.

Al margen de esta nueva plaza para Anticorrupción, la fiscalía provincial reclama otros cuatro fiscales más para los partidos de Alcoi, Torrevieja, Benidorm y Elche-Orihuela.

Progresivo deterioro

La conclusión de la inspección de la Fiscalía de la Comunidad Valenciana sobre el estado de las instalaciones que ocupaba la fiscalía provincial de Alicante fue desalentadora. Según Cabedo, la situación material de las dependencias no ha cambiado respecto a hace dos años, "por lo que sigue el deterioro progresivo". El secretario de la fiscalía levantó acta de una interminable lista de deficiencias: acumulación de fiscales en despachos minúsculos, ruidos de los obsoletos aparatos de aire acondicionado, legajos acumulados en sillas o sobre armarios por falta de estanterías y paredes y techos con visibles desconchados.

El despacho del fiscal-jefe es la guinda a este maltrecho estado de las instalaciones: los sillones destinados a las visitas son del siglo pasado, raídos y desvencijados. "Estas dependencias, junto a las Alcoi y Gandia, son las más degradas de la Comunidad Valenciana", dijo Cabedo.