El precio de los pisos retrocede al nivel de hace casi siete años

Tras la pesadilla de más de dos años, 2010 fue un oasis para el sector inmobiliario. Las cifras no volvieron ni de lejos a las de los años de boom, pero al menos se moderó la caída de los precios; y las compraventas remontaron ligeramente. Pero este año amenaza con convertirse en el peor desde el pinchazo de la burbuja. En los ocho primeros meses solo se vendieron 262.000 pisos, menos de la mitad que en 2007 y la cifra más baja desde entonces. Y la carrera hacia abajo de los precios ha retomado velocidad.

Un metro cuadrado costaba en el tercer trimestre 1.729 euros de media, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Fomento. No se trata tan solo de que esta cantidad suponga un 5,6% menos que en el mismo periodo del año pasado, sino que es el descenso más importante desde 2009 y supone que el sector vuelve a los precios de hace casi siete años, a principios de 2005. Además, en comunidades autónomas como Aragón, Madrid, Murcia, Navarra y La Rioja el descenso interanual fue mucho mayor, cercano al 8%.

Desde que los precios alcanzaran a principios de 2008 su nivel máximo han caído hasta ahora, según la serie que elabora el Gobierno, casi un 18%. Además, los expertos prevén que este porcentaje será cada vez mayor. "El precio de la vivienda no ha tocado fondo. Resulta imposible predecir dónde está su suelo. Lo que sí parece claro es que cuando lo alcance, no habrá un rebote al alza de los precios, sino que se mantendrán en ese nivel durante mucho tiempo", sostiene Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista.com. Estos precios corresponden a las casi 85.000 viviendas tasadas en el tercer trimestre, un 17% menos que las del mismo periodo de 2010.

"En lo que va de año el número de tasaciones se ha reducido un 30%, lo que evidencia el parón de la actividad", señaló en un comunicado la asociación de promotores de Madrid, Asprima, que achaca el nuevo desplome de los precios a "las agresivas ofertas que las entidades financieras están haciendo para deshacerse de los inmuebles adjudicados". El consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales, Ángel Berges, aseguró el lunes que la banca, que tiene 70.000 millones en el sector inmobiliario, necesitará hasta 45 años para deshacerse de su cartera de suelo y un lustro para desprenderse de los activos inmobiliarios, informa Efe.