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Reportaje:

Al fenicio Valentín le hacen un TAC

Un análisis descubre cómo murió un hombre hace 2.600 años en Cádiz

Todos los que acuden a la sala de rayos X del Hospital de Puerto Real (Cádiz) tienen un nombre. Así que cuando los médicos colocaron un esqueleto descubierto en el yacimiento fenicio del antiguo teatro cómico de la capital gaditana decidieron bautizarle de antemano. Le pusieron Valentín. Ahora Valentín es un pionero. Son los primeros restos óseos completos de la Antigüedad que se someten a un TAC, una técnica tridimensional de diagnóstico. Este análisis ha permitido descubrir muchos detalles que de otra forma no se habrían obtenido. Los detalles de la vida de Valentín se han conocido 2.600 años después de su muerte.

El esqueleto había aparecido completo en el solar donde ahora se construye el Teatro de Títeres. Para los arqueólogos responsables, es el yacimiento más importante de la ciudad y uno de los de mayor valor en Europa por la antigüedad de sus restos. Son ocho viviendas distribuidas en dos calles, que han sido datadas en el siglo IX antes de Cristo.

Valentín es de una época más cercana, alrededor del siglo VI antes de Cristo. Apareció a cinco metros bajo el suelo, cerca de un edificio que había sufrido un incendio. Se hallaba tendido sobre una capa de arena boca abajo con la mano izquierda sobre la cabeza. No había sido sometido a ningún rito funerario, de lo que los arqueólogos han deducido que murió allí mismo, junto a la playa, que la arena lo cubrió y se descompuso de manera natural.

El fuego cercano hace pensar que pudo ser víctima de un asalto greco-tartésico que sufrió la Gadir fenicia en esa fecha. Valentín es especial porque los expertos tuvieron en cuenta la fragilidad de sus huesos. El método habitual de estudio requería de un traslado al que los arqueólogos no quisieron atreverse, así que le diseñaron una carcasa anatómica de poliuretano y le sacaron en la misma posición que fue encontrado. De esta forma, fue sometido a un TAC bajo la supervisión del equipo de radiología del Hospital de Puerto Real.

Gracias a este examen con rayos X y al estudio forense, se ha sabido que Valentín tenía en el momento de su muerte entre 25 y 30 años. Era alto para su época, 1,76 metros, y sufría el síndrome de Arnold, una anomalía congénita en el cráneo que produce vértigos. También presentaba una fractura de fémur derivada de una caída de una elevada altura, por lo que la teoría es que pudo precipitarse desde el edificio en llamas y morir asfixiado por el humo.

Los estudios sobre el teatro cómico, de alto interés arqueológico, continúan. Cuando haya financiación, está previsto que se desarrolle una tecnología para reconstruir su rostro. Cerca de los restos de Valentín apareció un segundo cadáver datado en la misma fecha, con signos de violencia y con una gran piedra entre sus piernas. También se someterá a los rayos X. Los médicos todavía no le han puesto nombre.

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