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Tribuna:coyuntura nacional
Tribuna
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El vuelco de la situación financiera de las empresas

El principal indicador de coyuntura económica conocido en la última semana ha sido el IPC de septiembre, aunque poca atención merecen ahora estos indicadores cuando sobre la economía española, y la europea en general, amenazan nubarrones de tormenta preocupantes: la crisis financiera de la deuda soberana que puede llevarse por delante a los bancos y provocar un crash peor que el que se produjo cuando quebró el banco Lehman Brothers.

La cuestión clave es restaurar la confianza de los agentes que operan en los mercados, y eso pasa por llevar a cabo una quiebra "ordenada" de la deuda soberana griega, por ajustar los elevados agujeros fiscales estructurales de muchos países, entre ellos el nuestro, y por sanear las pérdidas visibles o latentes de los activos financieros e inmobiliarios de los bancos. Concretamente, en España, mientras no se aborde de verdad el saneamiento de los activos inmobiliarios de los balances de los bancos, muchos de estos no podrán captar los recursos necesarios en los mercados, ni para recapitalizarse (sobrevivir), ni para poder financiar a las empresas y familias. Es un tema que se ha ido posponiendo, pensando que quizá la recuperación de la economía, y con ella, la demanda de viviendas, fuera solucionando el problema, pero las perspectivas para los próximos años no se sitúan precisamente en esta línea de falsa esperanza. Aprovechemos la ocasión en que el tren del saneamiento y la recapitalización de los bancos europeos se ha puesto de nuevo en marcha y subamos a él, no nos quedemos de nuevo en el andén diciendo que nosotros no lo necesitamos.

Aprovechemos que se ha puesto en marcha el tren de la recapitalización bancaria y subamos a él Las empresas españolas acumulan ya un ahorro del 14% del PIB y un superávit del 1,5%

El IPC sorprendió negativamente al aumentar la inflación anual una décima, hasta el 3,1%, frente al 3% esperado. Pero ello obedeció de nuevo a causas puntuales o volátiles, concretamente, la subida del tabaco (mercado oligopolista donde los haya) y de los productos energéticos (más o menos, otro tanto). Excluyendo del índice total el grupo de alimentos (donde suele ubicarse el tabaco) y la energía, la inflación se mantuvo estable en el 1,2%. A pesar del repunte de la inflación total, las previsiones no cambian: para diciembre de este año se espera un 2,3%, y para el siguiente, un 1,5%, con tasas media anuales del 3,2% y 1,6%, respectivamente [gráfico superior izquierdo].

Pendientes de la semana anterior tenemos por comentar los datos de la contabilidad nacional de los hogares y sociedades del segundo trimestre. Me referiré hoy a los de las sociedades no financieras. Uno de los ajustes más sorprendentes de la economía española que puede observarse desde el inicio de la crisis es el que ha operado este sector. Antes de la crisis, en 2007, las empresas habían reducido su ahorro (beneficios no distribuidos después de impuestos, es decir, la autofinanciación) probablemente a un mínimo histórico del 6,5% del PIB (incluyendo las transferencias de capital recibidas). ¡Para qué ahorrar si era tan fácil y barato obtener financiación ajena! Como su inversión en capital fijo llegó a alcanzar el 17,2% del PIB, tenían un déficit (necesidad de financiación) del 10,7%. La acumulación de déficit y la adquisición neta de activos financieros habían hecho saltar su deuda desde menos del 50% del PIB a mediados de los noventa hasta el 140% a finales de 2009. A la altura del segundo trimestre de este año, el ahorro ha subido hasta el 14% del PIB, y el déficit se había transmutado en un superávit del 1,5% del PIB, lo que ha permitido estabilizar la deuda [gráfico superior derecho]. Vamos, que ya tenemos empresas alemanas, financieramente hablando.

El aumento del ahorro de este sector ha sido posible, entre otros factores, por una recuperación de su excedente de explotación, basada en la del valor añadido bruto (VAB) y en un ajuste de los costes de personal [gráfico inferior izquierdo]. Todo ello viene confirmado por los datos recogidos por el Banco de España en la Central de Balances Trimestral (CBT), pero solo hasta el tercer trimestre de 2010 [gráfico inferior derecho]. Desde entonces, los datos divergen, hasta el punto de que, a la altura del segundo trimestre de este año, la CBT muestra caídas de nuevo tanto del VAB como del excedente. Tendremos que esperar a más datos para ver cuál de las dos estadísticas se acerca más a la realidad.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

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