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Tarragona ya tiene los Juegos

La ciudad acogerá las competiciones del Mediterráneo en 2017 - Las 30 disciplinas se descentralizarán y se realizarán en 13 poblaciones

Tarragona ya tiene los Juegos del Mediterráneo de 2017. Lo consiguió ayer en el segundo intento; en el primero, en 2007, perdió contra la ciudad turca de Mersin, que celebrará los juegos de 2013 y en la que ayer el comité de los Juegos del Mediterráneo debía decidir entre las candidaturas de Tarragona y la ciudad egipcia de Alejandría. Ganó la catalana, aunque por un estrecho margen.

La milenaria Tarragona consiguió desbancar a la cinco veces milenaria Alejandría en una votación en la que participaron 22 comités olímpicos, cada uno con tres votos, más cuatro votos del propio Comité Olímpico Internacional (COI). El recuento de la votación mantuvo en vilo al interventor de Tarragona, Ramon Cuadrat -durante el recuento, la ciudad egipcia llegó a tener una ventaja de ocho votos-, que llegó a pensar que Tarragona había perdido. Al final, Tarragona remontó y se hizo con la vitoria en el último minuto por un margen de dos votos (36 a 34). Tan escasa fue la diferencia que se precisó un segundo recuento, ya que uno de los secretarios dijo que sus cifras le daban un empate a 35 votos. La segunda opción despejó todas las dudas: Tarragona se hizo con la victoria y la comitiva de la ciudad, encabezada por el alcalde, el socialista Josep Fèlix Ballesteros, estalló en alegría al conocer su designación.

El 80% de los equipamientos deportivos ya están construidos

La actual inestabilidad política de Egipto parece que fue determinante para decantar la balanza. En cambio, a favor de Tarragona puede haber influido que ya tiene casi todas las instalaciones construidas -solo faltan el centro acuático y el palacio de deportes de Tarragona, y el centro de petanca de Vila-seca- y sus comunicaciones: puerto, AVE, aeropuerto y autopistas.

"Hacía 2.000 años que Tarragona no era el centro del mundo y del Mediterráneo. Aprovechémoslo. El proyecto nos ayudará a salir de la crisis", afirmó Josep Fèlix Ballesteros.

Los de 2017 serán los terceros Juegos Mediterráneos que se celebran en España, tras los de Barcelona en 1955 y los de Almería en 2005. Los primeros se celebraron en 1951 precisamente en Alejandría. "Ahora toca trabajar mucho", admitió la atleta olímpica y concejal de Deportes de Tarragona, Natàlia Rodríguez.

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El director ejecutivo de la candidatura, Mario Rigau, ha presentado el programa deportivo más amplio de la historia de los Juegos: 30 disciplinas que se desarrollarán en 13 localidades, como Barcelona, Salou, Cambrils y Reus. "Los Juegos serán de un nivel perfecto", aseguró Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, quien recordó el lema de la candidatura, Historia que hará historia. La organización tendrá un presupuesto de 57 millones de euros, a los que se añadirán 100 millones para construir y reformar instalaciones, que en gran parte se iniciarán en 2015.

El 80% de los equipamientos ya están construidos. Falta por edificar la villa de los atletas, que se alzará con fondos privados y alojará a los competidores llegados de 23 países de Europa, Asia y África. Según cálculos de la comisión de Tarragona, los Juegos tendrán un impacto económico de 1.000 millones de euros y se crearán 7.000 puestos de trabajo directos. Todos los hoteles de la Costa Daurada esperan llegar a la máxima ocupación cuando se celebren los Juegos.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, se mostró muy satisfecho con la victoria de la candidatura catalana. "Era un hito esperado", precisó. La presidenta de CiU en Tarragona, Victòria Forns, apostó por convertir los Juegos en un "éxito colectivo", y el presidente del PP de Tarragona, Alejandro Fernández, advirtió de que para llevarlos a cabo "será vital la unidad y estabilidad política en la ciudad".

Ayer, entre la avalancha de felicitaciones destacó el emotivo elogio del expresidente de la Generalitat y exalcalde de Barcelona Pasqual Maragall, a quien se debe la magnífica ejecución y organización de los Juegos Olímpicos de 1992. Maragall enlazó el pasado romano de Tarragona con los éxitos deportivos venideros y dio un consejo a Ballesteros: "Sé tozudo".

JOSEP LLUÍS SELLART

Alegría contenida

La alegría, moderada, estalló en las calles del centro de Tarragona cuando, a las 11.26 horas, se anunció que la ciudad era la ganadora. Al final de la Rambla Nova, en la plaza de la Imperial Tarraco, a primera hora se había instalado una carpa desde la que se siguieron en directo los acontecimientos de Mersin. Hasta el puesto de la organización se acercaron centenares de ciudadanos con camisetas, banderas y gorros de la candidatura. "Es una gran oportunidad para la ciudad, en el sentido deportivo, pero también para recuperar el terreno económico perdido", dijo Bernat Bauzà, de 25 años y vecino de la ciudad.

Corrió el cava y unos jóvenes incluso se pasearon con un gran boleto de lotería con el número 2.017. A la vez, decenas de coches y motos transitaban por el centro en comitiva improvisada, con los conductores tocando el claxon y con pancartas en las que se leía: "Campeones".

Unos 4.000 voluntarios se han implicado en los preparativos de la candidatura y antes del verano grabaron una flashmob multitudinaria en el Balcó del Mediterrani. Aun así, las celebraciones matinales de ayer fueron contenidas, pese a que la organización había pedido expresamente que todos los tarraconenses salieran a la calle a disfrutar del momento. Apenas dos horas después, ya no quedaba rastro del festejo.

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