Robert Galvin, el líder del móvil

Se podría decir que Robert Galvin fue el padre de la telefonía celular. O al menos quien hizo que Motorola apostara la primera por esa tecnología cuando tomó las riendas que le cedió su padre -y fundador en 1928-, Paul. El empresario murió el 11 de octubre a los 89 años en Chicago, después de ver cómo el negocio en el que fue pionero es adquirido por la joven Google.

Galvin, criado en Chicago y licenciado en la Universidad de Notre Dame (Indiana), asumió el control de Motorola en 1959. Por aquel entonces, era una compañía familiar que había sido pionera en el desarrollo de radios sin pilas y walkie-talkies que el ejército estadounidense adquirió durante la II Guerra Mundial. Las ventas no llegaban a los 300 millones de dólares, una cifra irrisoria para la luego líder mundial en telefonía móvil.En 1973 presentó un prototipo de portátil, el DynaTAC, una década antes de la venta del primer celular.

El primer móvil compacto llegaría en 1989, y ahí comenzó la carrera. "Todas estas innovaciones prepararon el terreno para un mercado de telefonía celular que cuenta con 3.800 millones de usuarios en todo el mundo", señala un comunicado de Motorola, partida ahora en dos grupos, uno dedicado a soluciones y otro a movilidad. Por este último Google ofreció 12.500 millones.

Galvin fue el responsable de convertir a Motorola en la firma líder a escala global en los negocios de semiconductores y de equipamiento para las telecomunicaciones, controlando la tecnología tanto de uso civil como militar y espacial. Su visión, como señaló Motorola, permitió realizar la primera llamada celular comercial en 1983.

Para el blog TechCrunch, de referencia en Silicon Valley, su pérdida supuso "la muerte de un gran innovador" y alimentó las emociones por el fallecimiento de Steve Jobs, cofundador de Apple. Hasta hace poco, la compañía electrónica con sede en Cupertino usó procesadores Motorola en sus ordenadores Mac.

Cuando en 1990 Galvin soltó las riendas del negocio, Motorola era una empresa planetaria con una facturación de 10.800 millones. Le su cedió en el cargo su hijo Christopher, el último de la saga familiar en dirigir la compañía, y siguió ocupando un puesto en su directorio hasta 2001.

Siguiendo su estela, Motorola lanzó en 1996 el icónico móvil plegable StarTAC. Gavil siempre tuvo claro que la tecnología inalámbrica acabaría revolucionando la manera en la que se comunica la gente, y por eso invirtió en innovación y defendió que el marco regulador a escala global alimentara la competencia entre fabricantes y operadores.

Robert Galvin fundó después, con sus hijos Christopher y Michael, el fondo de inversión Harrison Street Capital. Y ya jubilado creó dos think tanks sobre energía y transportes. Formó parte durante 50 años del Consejo del Instituto Tecnológico de Illinois, donde un centro de innovación lleva su nombre.