Siete clarinetes contra los recortes

Siete jóvenes clarinetistas deleitaron a mediodía de ayer a los viandantes que transitaban frente a la puerta gótica de la catedral de Valencia con media docena de piezas de Debussy, Zemp, Stamitz o Strauss. Vestidos de negro, los siete jóvenes desplegaron talento y elegancia para reivindicar la calidad de la educación musical que reciben en el Centro de Música Autorizado de Alaquàs. Un centro de educación reglada que atiende a 1.100 alumnos pero cuya subvención pública de parte de la Consejería de Educación ha caído desde 71.000 euros en 2009 a 32.000 en 2011.

Los Centros de Música Autorizados equivalen a los conservatorios municipales en las localidades que carecen de instalaciones públicas. Son entidades sin ánimo de lucro que sostienen la larga tradición musical que atesora la Comunidad Valenciana.

Inma Sturm, pianista de origen austríaco y responsable del Centro de Música Autorizado de Benifaió, explica cómo ha tenido que incrementar la matrícula entre el 0,68% y el 1,96% para hacer frente a los gastos que representa una plantilla de 23 maestros profesionales que atienden a 400 alumnos de la localidad. "La Consejería de Educación ha recortado la subvención un 60% y todavía no ha pagado las ayudas de 2010. Los fondos públicos apenas suponen un 13,98% del gasto total, pero estoy ahogada", comenta.

Eleuterio Fernández, responsable del centro de música de Alaquàs, agradece el apoyo municipal a la entidad. Pero apunta que si no se recuperan las ayudas de la Generalitat "la educación musical resultará prohibitiva para muchas familias". La matrícula cuesta unos 30 euros y los alumnos pagan una media de 90 euros al mes en los cursos elementales, una cantidad que sube en los cursos superiores. "Y a muchas familias con dos o tres hijos les escuece pagar 300 euros al mes", señala.