La quinta huelga general en lo que va de año paraliza Grecia

Miles de personas se manifestaron ayer en el centro de Atenas, entre gritos que pedían la marcha de Grecia de los inspectores de la troika, los tres organismos que aprobaron el rescate del país. La quinta huelga general de este año logró paralizar el país, y dejó altercados en la plaza de Sintagma, frente al Parlamento.

El paro de 24 horas cerró oficinas de Hacienda, colegios y redujo al mínimo la actividad de los hospitales. Los controladores aéreos dejaron de trabajar desde la medianoche del miércoles, por lo que cientos de vuelos se cancelaron ayer y otro centenar se modificó, situación que seguirá hasta la madrugada del jueves. A la huelga se sumaron también abogados, farmacéuticos, empleados de los Ayuntamientos, guardias de las cárceles, ferroviarios y otros profesionales. Incluso la Acrópolis de Atenas, el monumento más conocido del país, permaneció cerrado. Todos protestaban contra el despido de 30.000 funcionarios, el aumento de impuestos y los nuevos recortes salariales y de pensiones.

Unas 20.000 personas participaron al mediodía en las dos manifestaciones convocadas por los sindicatos. Una vez terminadas, algunos arrojaron piedras y artefactos incendiarios contra las brigadas antidisturbios. La policía detuvo a una docena de manifestantes y usó gases lacrimógenos para evitar que un grupo de personas derribaran una valla colocada en torno al Parlamento. Otros participantes trataron de asaltar el Ministerio de Economía rompiendo los cristales de la puerta. Dos agentes y dos civiles, entre ellos un fotógrafo de la agencia France Presse, resultaron heridos.

La huelga llega después de que el Gobierno admitiera el domingo que no va a cumplir los objetivos de déficit ni este año ni el siguiente y que la recesión va a ser peor de lo previsto. Según los cálculos oficiales, el agujero en las cuentas públicas será este año del 8,5% del PIB, la economía caerá un 5,5% y la deuda pública llegará en 2012 al 173% del PIB.