El síndrome del capítulo piloto

La selva televisiva no perdona errores y las series tienen un margen muy pequeño para conseguir una posición destacada en las preferencias de la audiencia. Aquí entran en escena los capítulos pilotos que son mirados con lupa primero por las cadenas y luego por los espectadores. Estos días debutan en EE UU un número importante de ficciones y no todos pasarán el primer corte. El piloto es el capítulo inicial de una serie. Es también el que se muestra a los ejecutivos de una cadena, que decidirán en función de él si dan luz verde al proyecto y encargan el resto. Estos pilotos se llevan gran parte del presupuesto de la primera temporada.

Como tarjeta de presentación, las cadenas no escatiman ni medios ni presupuesto. El doble capítulo con el que empezó Perdidos (2004) costó 10 millones de dólares (7,4 millones de euros). HBO empleó 20 (14,7 millones de euros) en el comienzo de Boardwalk Empire el año pasado y marcó una cifra récord de audiencia en la cadena de cable (casi 5 millones). Otras series como Fringe o Battlestar Galactica dieron a sus primeras entregas un tratamiento casi cinematográfico.

Una mala puesta en escena puede provocar que el proyecto fracase

La idea de una serie puede ser buena pero una mala puesta en escena, un piloto mediocre, puede provocar que pase directamente al cajón de los proyectos fallidos. Este año ha habido dos ejemplos muy claros en EE UU: Wonder woman y Exit strategy. La primera tenía todas las papeletas para convertirse en uno de los grandes estrenos del otoño. David E. Kelley (responsable de Ally McBeal) se había hecho cargo del proyecto, la NBC ponía el dinero y empezó una velada campaña de promoción casi desde el inicio. Todo se vino abajo con la publicación de las primeras imágenes en Internet y las malas críticas. NBC desechó el proyecto antes de que comenzaran las ronda de presentaciones de mayo, cita en la que las grandes cadenas desvelan la configuración de la temporada otoñal.

Exit strategy iba a ser el primer proyecto televisivo de Ethan Hawke. Fox compró el proyecto y tenía pensado lanzarlo en 2012. Los ejecutivos sugirieron varios cambios, que al final tampoco convencieron y han tumbado la serie, que se postulaba como sucesora de 24. Fox acaba de dar el visto bueno a Touch, del creador de Heroes, Tim Kring, que llevaba meses esperando sitio después de rodar su piloto. También se ha quedado fuera Lock & Key (Fox). Basada en el cómic creado por Joseph Hill y producida por dos de los creadores de Fringe se ha quedado en el cajón con el piloto ya rodado. El capítulo entero se pudo ver en la pasada Comic Con de julio y a Internet ha saltado el tráiler, pero Fox decidió cancelar el proyecto.

Un buen piloto tampoco asegura el éxito, ya que después debe tener un desarrollo que sostenga la producción. El ejemplo más claro de los últimos años es Flashforward. Tras el final de Perdidos varias series se postularon a ocupar el trono vacante de la serie isleña. La primera en presentar su candidatura fue la ficción protagonizada por Joseph Fiennes. Una intensa campaña de promoción y un piloto que despertó los elogios casi unánimes de la crítica y marcó unos prometedores índices de audiencia. El problema vino después, un desarrollo confuso y un guión atropellado desembocaron en la cancelación del drama tras solo una temporada en antena. A The event (TNT y Antena 3) le pasó un poco lo mismo, su piloto fue el mejor estreno de hace un año en EE UU, luego la audiencia la fue abandonando a pasos agigantados, hasta que al final NBC anunció su cancelación poco antes del final de la primera temporada.

Con el arranque de la temporada de otoño en EE UU, muchas series ya están pasando su primera prueba ante el público con la emisión de sus pilotos. Su aterrizaje en la parrilla estadounidense llega precedido de reseñas y críticas en publicaciones especializadas y los ecos de la pasada Comic Con, durante la que muchas series de estreno y veteranas pasaron su primer examen ante el público. De los títulos del nuevo curso, Terra Nova es uno de los que más dinero ha invertido en su primer capítulo. Una obsesión por la perfección que llevó a la Fox a retrasar su primer examen ante la audiencia hasta su estreno oficial, el pasado 26 de septiembre. Otra serie recién estrenada, The Playboy Club, no lo ha hecho con muy buen pie, con una acogida muy fría por parte de la crítica y espectadores. Su futuro ya se ha puesto en entredicho