Una treta comercial retrasó el regreso de los marineros del 'Mattheos I'

Una dura negociación entre Glencore, la empresa propietaria de la carga que lleva el Mattheos I y la operadora del buque, Consultores de Navegación, ha retrasado el regreso de los cinco tripulantes españoles del barco, que fue liberado el pasado sábado tras 11 días de cautiverio en el Golfo de Guinea. En un principio iban a regresar a España el pasado martes, pero no lo harán hasta última hora de hoy. Sí estaba previsto que tripulantes de otras nacionalidades aterrizaran anoche en Madrid.

Glencore está presionando "con una guerra sucia" para que el Mattheos I, ahora en el puerto de Tema (Ghana) regrese inmediatamente a la zona donde fue secuestrado -a unas 50 millas del puerto de Lomé (Togo)- para descargar el gasóleo, según fuentes del sector. El barco llevaba 40.000 toneladas, de los que se llevaron 7.500 los piratas. La empresa operadora del buque no quiere regresar a esa zona bajo ningún concepto porque teme que los chivatos que alertan a los piratas nigerianos del paso de petroleros vuelvan a hacerlo y que el Mattheos I sea capturado de nuevo.

La negociación ha retrasado todos los trámites, entre ellos el relevo de la tripulación. Los españoles, la mayoría de ellos oficiales, tenían que instruir a ese relevo antes de poder coger el avión a casa, según explicó Sheena Campbell, portavoz de Consultores de Navegación.

Todos se encuentran bien tras pasar un reconocimiento médico en el puerto de Tema. Durante el cautiverio, según relató el capitán del barco a EL PAÍS, temieron que sus secuestradores imitaran a sus homólogos somalíes y pidieran un rescate por su liberación. "Pensábamos que no se iban a ir nunca", aseguró Luis Alberto Chamochumbi. El secuestro se prolongó durante 11 días, mucho más que todos los ocurridos hasta ahora en la zona: cuatro o cinco jornadas, el tiempo que les lleva robar toda la carga. En lo que va de año, 19 barcos han sido atacados en el Golfo de Guinea y 9 de ellos, secuestrados.

Pese a la angustia de ver cómo el secuestro se alargaba, el capitán del Mattheos I aseguraba: "Nos han tratado mejor de lo que esperábamos, teniendo en cuenta las circunstancias, aunque son gente sin la menor educación, que actúa por instinto". Durante el tiempo que duró el cautiverio no les dejaron comunicarse con sus familias en ningún momento. Hoy podrán abrazarles tras haber pasado el mayor susto de sus vidas.