Rubalcaba promete "no tocar" las rentas del trabajo pero sí las de capital

Las cuentas cuadrarán: los ingresos y los gastos estarán plenamente justificados. Este es el compromiso del candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, respecto a su propuesta económica, de la que aún no se conocen detalles, solo su orientación. "No voy a tocar las rentas del trabajo, pero sí las rentas de capital", señaló ayer el candidato en la sede de su partido en Madrid, tras un forcejeo amable con los informadores ante la pretensión periodística de conocer detalles de su proyecto fiscal.

De momento, si gana las elecciones el próximo 20 de noviembre, empezará la elaboración de un proyecto fiscal global en el que entrarán un impuesto para las grandes fortunas y otro para los bancos, además de pedir un esfuerzo "a algunos sectores que lo pueden aportar", dijo sin precisar más. No habrá, según sus palabras, una subida en el IRPF, pero sí a las rentas de capital. De inmediato contará con el recien recuperado impuesto sobre el patrimonio, convalidado por el Congreso, para este año y 2012, con el que se prevén recaudar 1.080 millones por año. Un plan decidido contra el fraude fiscal forma parte del entramado que necesita para obtener recursos.

Si gana el PP también lo recaudará, como ha reconocido el responsable de economía del Grupo Popular, Cristóbal Montoro, a pesar de que se abstuvo en la votación parlamentaria. El dinero que obtenga con la fiscalidad apuntada y la que está por anunciar, Rubalcaba asegura que podrá mantener los derechos en sanidad, educación, pensiones y ayuda a la dependencia. Que el PP las pone en peligro, incluso en algunos sitios ya lo están, es el mensaje que ayer transmitieron los socialistas por toda España. De manera simultánea, 13 dirigentes del PSOE, muchos de ellos expresidentes desde las elecciones de mayo, denunciaron los recortes que, según su versión, llevan a cabo los populares donde gobiernan.

Y Rubalcaba recogió ese guante: "El PP está traspasando las líneas rojas, con un tinte ideológico, al tocar derechos sanitarios y derechos educativos". Para conocer el detalle de su programa pidió unos días de paciencia. "Se verá que las cuentas cuadran; yo soy de ciencias", dijo sonriente.