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Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Segunda jornada

De Guzmán busca su sitio

El canadiense, que llegó a Europa con 12 años, trata de cubrir el vacío de Cazorla

El talento requiere dedicación y compromiso. Y encontrar un marco adecuado para desarrollarlo. A tal conclusión debió de llegar la familia De Guzmán para que sus hijos, Julián y Jonathan, dejasen Toronto, su ciudad natal, para instalarse en Europa. Ser futbolista era el sueño de los dos niños, de padre filipino y madre jamaicana. Julián, el mayor, nacido en 1981, encontró acomodo primero en Francia, en el Olympique de Marsella, y posteriormente en Alemania, donde actuó en el Saarbrücken, de Segunda, y en el Hannover. En el verano de 2005 llegó a la Liga española, al Deportivo, en el que permaneció cuatro temporadas para después deshacer el camino y regresar a Toronto.

Jonathan Alexander, el pequeño, seis años menor que Julián, se marchó a Holanda con 12 años para ingresar en la escuela del Feyenoord. El día que cumplía 18, el 13 de septiembre del 2005, debutó en la Eredevisie en el conjunto de Rotterdam. Centrocampista dinámico, con buen golpeo del esférico y gran lanzador de faltas, jugaba en cualquier posición del centro del campo y anotó 20 goles en 97 partidos en sus tres primeros cursos en el Feyenoord.

"Tiene calidad e inteligencia para adaptarse", afirma su excompañero Nunes
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Seis años después, Jonathan de Guzmán ha alcanzado su deseo de disputar la Champions, en la que hoy se opondrá al Nápoles con el Villarreal, que ha pagado por su pase ocho millones al Mallorca.

De Guzmán hereda el 8 de Cazorla, todo un reto. "Tienen cualidades distintas. Jonathan es fuerte, tiene recorrido y mucha calidad. Crecerá en el Villarreal", explica Nunes, capitán y compañero suyo en el Mallorca. Mucho debe crecer, pues hasta ahora está muy lejos de cubrir el enorme vacío dejado por la marcha de Cazorla al Málaga. Se le ha visto desorientado y poco participativo en el ataque del conjunto amarillo. Juan Carlos Garrido, el entrenador, aún le está buscando la ubicación ideal. "Toda adaptación lleva tiempo. El Villarreal juega de manera distinta de la mayoría. Con nosotros jugaba en el doble pivote, no por la banda. Pero tiene calidad e inteligencia par amoldarse a cualquier táctica", entiende Nunes.

Una grave lesión de rodilla dejó en cuarentena los dos últimos cursos a De Guzmán en el Feyenoord: apenas disputó 15 partidos. La incertidumbre sobre su plena recuperación llevó al club holandés a no renovarle el contrato. Michael Laudrup fue contratado por el Mallorca y recomendó su incorporación a coste cero. "Venía de jugar poco y era una incógnita. Pero se integró rápidamente y fue el mejor la temporada pasada", añade Nunes.

El Mallorca posibilitó que De Guzmán cumpliese el sueño de recalar en la Liga española como cinco años atrás hiciese su hermano Julián. El conjunto balear le puso una cláusula de rescisión de 12 millones. Pero él tenía claro que el Mallorca era una estación de paso y adquirió un compromiso con Llorenç Serra Ferrer, vicepresidente de la entidad, para quedar liberado por ocho millones si un club con aspiraciones le pretendía. Tras un año en la isla, 33 partidos y cinco goles, el Villarreal contrató a De Guzmán el último día de agosto alentado por el gran interés de Garrido. "Es el jugador que queríamos", dijo de él. Dos semanas más tarde se estrenó en la Champions ante el Bayern de Múnich. Un deseo más cumplido por De Guzmán.

De Guzmán, ante el Bayern de Múnich.
De Guzmán, ante el Bayern de Múnich.JOSÉ BRETÓN (CORDON PRESS)

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