La Cámara de Valencia reducirá un tercio su plantilla y recortará gastos
Las luces de emergencia se han encendido en la Cámara de Comercio de Valencia. La supresión de la obligatoriedad de las empresas de pagar las cuotas a estos organismos ha reducido sus ingresos de manera notable y ha puesto en riesgo su continuidad. El informe que presentó ayer al pleno de la institución su presidente, José Vicente Morata, alertó de una caída de los ingresos del 40% para el próximo año.
Ante esa perspectiva, que dibuja un sombrío escenario, Morata presentó ayer un plan de empresa que contempla recortes de gasto, ajustes de estructura y puesta en alquiler de la antigua sede de la de la calle del Poeta Querol y la Escuela de Negocios. Este plan de empresa, a tres años vista, busca, asimismo, impulsar un modelo de Cámara que ofrezca mayor valor añadido a las empresas y que pueda asumir funciones delegadas de la Administración, lo cual podría asegurar la supervivencia de la institución, que solo tiene reservas para aguantar dos o tres años.
Morata culpó ayer de esta situación al Gobierno de España, que fue el que aprobó el Decreto Ley de actuaciones en el ámbito fiscal, laboral y de liberalización de la actividad económica, aunque en el pleno también hubo quien le recordó que la tutela de las Cámaras, por ley, depende de los Gobiernos autonómicos, y que en el caso de la Generalitat no ha habido ninguna acción para paliar los efectos de la supresión de la obligatoriedad de las cuotas.
Las medidas anunciadas por Morata empezaron a surtir a efecto ayer. El secretario de la institución y su director general ya han dejado los cargos como principio de un proceso que la Cámara quiere llevar en un marco de negociación de máximos y que presenta algunos inconvenientes. La institución no puede hacer un ERE con los trabajadores que se incorporaron antes de 1993, unos 63 de una plantilla de 135, ya que se benefician de un régimen especial que los equipara a funcionarios. Fuentes de la Cámara explicaron ayer que con 40 despidos de trabajadores mayores de 50 años, se reduciría la masa salarial un 40%.
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