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El PP y los ecologistas se unen contra un proyecto de Costas en A Frouxeira

La actuación costará 6,3 millones y afecta a 23.000 metros de suelo protegido

Un proyecto de la Demarcación de Costas en Galicia para remozar el entorno del arenal de A Frouxeira y su laguna con un gran edificio de servicios playeros, nuevos aparcamientos y muchos metros de pasarelas sobre las dunas, ha logrado colocar en el mismo bando a ecologistas, vecinos afectados y al Ayuntamiento de Valdoviño, en manos del PP. El proyecto, publicado en el Boletín Oficial del Estado el pasado 23 de agosto, plantea una serie de obras y actuaciones a medio plazo en la costa de Meirás a Valdoviño -sobre 23.000 metros cuadrados de suelo protegido- que Costas presupuesta en casi 6,3 millones de euros aunque no precisa como las financiará.

El planteamiento del Ministerio de Medio Ambiente incrementa la presión humana sobre A Frouxeira, uno de los espacios de mayor biodiversidad del litoral gallego, cinco veces protegido por su valía ambiental por la legislación autonómica, estatal y europea. Costas plantea su proyecto como una fórmula para minimizar el impacto de la avalancha de turistas que cada año colonizan este arenal famoso por su dosis extra de yodo, beneficioso para la salud.

Para los ecologistas, el efecto será justo el contrario: más público, más vehículos, animales de compañía, desperdicios e iluminación artificial. "Lo camuflan como regeneración, pero terminan de humanizar un espacio ya muy humanizado", opinan. Han hecho cálculos sobre los mapas de Costas y estiman que "el área de hábitats prioritarios que será destruida en el LIC Costa Ártabra supera los 23.000 metros cuadrados".

Los populares se han aliado espontáneamente con los ecologistas de Adega, la Sociedade Galega de Historia Natural o Verdegaia en su rechazo al proyecto, tal y como está planteado. Para Adega el plan es más una "agresión" que una solución medioambiental y denuncian el intento de convertir el paseo de A Frouxeira "en otro Orzán repleto de papeleras, farolas y bancos" que no se corresponde con su idea de la conservación de un espacio protegido.

El proyecto, todavía en fase de información pública, incluye la expropiación y el derribo de un bar con piscina acomodado desde hace décadas en el centro del paseo marítimo, para construir sobre la misma parcela de 1.624 metros cuadrados un edificio de servicios de playa aparentemente mayor. También incorporan una nueva caseta de socorrismo, una torre de vigilancia, muchos metros de pasarelas sobre las dunas y la demolición de las escaleras de la playa Grande junto con un buen tramo del viejo paseo que invade el arenal.

El alcalde popular de Valdoviño, José Antonio Vigo, no oculta que la intervención no responde a sus expectativas y afirma que los técnicos municipales ya están redactando un documento que se sumará al aluvión de alegaciones.

"Despropósito, agresión o derroche intolerable" son algunos de los calificativos que Adega le dispensa al "lesivo" proyecto que promueve Costas y con el que se despachan a gusto en 32 páginas de alegaciones que han sido remitidas esta semana a la Demarcación de Costas en Galicia, la Consellería de Medio Rural, el Ministerio de Medio Ambiente, la oficina Ramsar en España y la Comisión Europea. "Lo que debería ser una solución, se convierte en el problema", razona Xosé Antón Múñiz, de Adega.

Una de las propuestas más controvertidas es la construcción de varios aparcamientos, uno de ellos de 125 plazas junto a la playa Pequeña, sobre terrenos que los ecologistas consideran Red Natura y que invade parcialmente el lecho de un riachuelo que corre entubado. Otro se ubicaría en el extremo oriental de la playa, junto al faro de Meirás. Rafael Eimil, jefe de la Demarcación de Costas en Galicia, niega que el estacionamiento invada un área protegida y sostiene que son terrenos privados que serán expropiados.

Cemento de sobra

Al impresionante arenal de A Frouxeira (Valdoviño) hace tiempo que le sobra cemento. Un paseo marítimo construido por el Ayuntamiento a principios de los noventa a golpe de hormigonera, cuando las políticas medioambientales eran otras y limitadas, marca la frontera entre la playa y una carretera asfaltada donde se alinean hileras de chalés y varios negocios hosteleros asentados impunemente desde hace décadas a pocos metros del mar.

La idílica estampa de este arenal de 3,5 kilómetros la completa una laguna de agua salada muy castigada por nefastas decisiones técnicas. La última vez, la Consellería de Medio Rural abrió un gran desagüe que la dejó prácticamente seca a finales de 2009.

La playa de Valdoviño, la laguna y el complejo dunar que lo circundan están salvaguardados por cinco figuras ambientales: Lugar de Interés Comunitario (LIC), humedal protegido, Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA) y Zona de Especial Protección de los Valores Naturales. Además, rige el convenio Ramsar que vela por A Frouxeira como uno de los cinco humedales de interés internacional catalogados en España.

Para el actual proyecto de Costas, según el jefe territorial de Galicia, se escuchará a todos los colectivos y, en todo caso, no se ejecutara antes de tres o cuatro años.

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