"Tengo clarísimo lo que puedo llegar a dar"
Por más que a uno le repitan que el Gran Premio de Singapur está dispuesto de tal forma que coincida con el horario que habitualmente marca cualquier carrera europea, charlar con un piloto a la una y media de la mañana descoloca. En lugar de una copa, Jaime Alguersuari (Barcelona, 1990) sostenía un café cuando ayer atendió a EL PAÍS, dos semanas después de terminar el séptimo en Monza, su mejor resultado en la fórmula 1.
Pregunta. ¿Cómo ha cambiado su vida desde que debutó en la F-1 hace un par de años?
Respuesta. Apenas ha variado. Sigo viviendo con mis padres, en Barcelona, y estoy encantado. Soy el mismo chaval de siempre y tengo los mismos amigos del cole y el bachillerato. Me considero como cualquier universitario que vive en Barcelona.
"Vivo con mis padres. La misión es saber quién soy, qué quiero y quién me quiere"
"La gente que me ve en la F-1 no sabe a la cantidad de pilotos que eliminé en la F-3"
P. ¿Cómo digiere una pandilla de amigos que usted compita con Schumacher, Alonso y Hamilton?
R. Mis amigos lo llevan muy bien. La vida te cambia un poco, aparecen muchos amigos nuevos y gente que no conocías, pero la misión es saber sobre todo quién eres, qué quieres, y quién te quiere desde siempre.
P. ¿Hay algo más allá de la F-1?
R. Desde pequeño tuve claro que quería llegar aquí porque tienes a tu disposición la mejor herramienta para expresarte. Pero yo siempre he tenido claro que este no es mi único objetivo en la vida. Yo lo que quiero es ser feliz, y mi vida no se acaba en la F-1, ni muchísimo menos. No es una obsesión, y cuando no me encuentre a gusto, me iré a otro lado que me motive más.
P. ¿Cree que estar en un equipo pequeño puede precipitar ese momento?
R. Cuando uno habla del futuro tiene que ir con mucho cuidado, porque nunca sabes qué va a pasar, y menos en la F-1. Debuté y una semana antes no lo sabía. Me llamaron, me quedé, y aquí estoy. No sé qué oportunidades tendré, pero todo depende de si te compensa o no estar aquí. Por ejemplo, tengo novia y una relación que me compensa. La quiero mucho y espero poder casarme con ella algún día, pero es difícil porque yo estoy aquí y ella allí. Nunca sabes qué pasará mañana y por eso tienes que disfrutar cada segundo. Estoy en el mejor momento de mi vida.
P. ¿Qué pasó a partir de Canadá para mejorar tanto?
R. Fue un inicio de temporada muy complicado por el cambio de neumáticos
[de Bridgestone a Pirelli]. Mi compañero estaba algo mejor que yo pero tampoco para tirar cohetes. Sabíamos cuál era el problema pero no cómo solucionarlo. Era una cuestión mecánica que influía en el pilotaje. La mecánica te da unas sensaciones que te permiten desarrollar tus habilidades. A un ciclista yo no le puedo configurar la bici como a mí me gusta si es él el que va a correr, y aquí pasa lo mismo. Era básicamente un problema de degradación de las gomas. Ahora podemos sacar el máximo rendimiento al coche.
P. La filosofía de Red Bull pasa por presionar siempre a sus pilotos para que compitan el uno contra el otro. Pero sorprende el buen rollo entre usted y Buemi.
R. Red Bull siempre te dice: "Sé el mejor porque, si no, no llegarás". A Buemi también se lo han dicho y él también se ha cargado a muchos compañeros, como me ocurrió a mí. La gente que ve la F-1 no sabe qué hice en la F-3, a la cantidad de pilotos que tuve que eliminar. En este caso, la diferencia es la calidad del tío que tengo al lado y Buemi es un súper piloto, uno de los mejores. A nivel técnico es espectacular, tiene un feeling increíble a una vuelta.
P. Dijo que la renovación de Webber cerraba las puertas a la cantera. ¿Se llegó a ver el año que viene como compañero de Vettel?
R. No puedo contestar para no armarla.
P. ¿Cómo explica la pole y la victoria que Vettel logró en Monza en 2008 con un Toro Rosso?
R. Es que mi coche actual y el que utilizaba él en 2008 no tienen nada que ver. El actual monoplaza lo fabrica íntegramente Toro Rosso, en Italia. En cambio, el Toro Rosso de 2008 lo fabricaba Red Bull Technology. Luego el reglamento lo prohibió y Toro Rosso se tuvo que buscar la vida.
P. ¿Se siente un poco frustrado en ese aspecto?
R. En absoluto, porque el equipo se lo está currando incluso más que en 2008. Ahora competimos con Sauber y Williams, que han ganado campeonatos, que tienen muchos años de experiencia. Todo necesita tiempo, pero esto es un equipo de futuro. Estoy seguro de que Toro Rosso llegará a estar arriba. Por eso no me siento frustrado. No puedo exigir un coche como el de Vettel.
P. Usted utiliza el simulador de Red Bull. ¿Qué diferencia en el tiempo por vuelta hay entre un coche y el otro?
R. Es una Playstation a lo bestia, todo es cuestión de software. Si lo tengo configurado como si llevara un Toro Rosso y lo cambio a Red Bull, bajo entre dos y tres segundos. Ese es un coche para ganar. Pero no creo que sea bueno subirte a un coche mucho mejor que el tuyo porque ese no es tu sitio, no estás ahí.
P. ¿Cómo se defiende cuándo le presionan desde Red Bull? ¿Les pide que le dejen el RB7?
R. Es que tampoco sirve de nada. Esto es la F-1 y es así, lo tengo totalmente asumido. Lo más importante es saber dónde puedes llegar y saber de lo que eres capaz. Yo tengo clarísimo lo que puedo llegar a dar.
P. ¿Y qué es?
R. Ahora no lo voy a decir porque pareceré un presuntuoso. Pero lo tengo clarísimo y me agarro a eso. Esa confianza es la que hace que me levante cada mañana, me suba al coche y quiera más y más. Si no fuera así ya me habrían echado.
P. ¿Cómo vive uno en España a la sombra de Alonso?
R. Yo vivo muy bien porque tengo mi entorno, mis amigos y mis movidas. Tengo la música porque es, junto a los coches, lo que más me motiva. No me hago paranoias de si soy o no el próximo Fernando Alonso.
El arsenal de Vettel
Aunque pretenda vender que le importa un rábano conseguir el título aquí, en Singapur, o posponer el alirón 15 días, hasta Japón, Sebastian Vettel encara este fin de semana con la intención de finiquitar un campeonato que está más que decidido desde hace ya varios grandes premios. Será campeón si gana mañana, Fernando Alonso no sube al podio y ni Jenson Button ni Mark Webber terminan segundos. Red Bull no ha escatimado esfuerzos.
Mientras Ferrari ha decidido tirar la toalla de antemano y, como reconocen tanto Alonso como Felipe Massa, apenas ha traído un par de novedades, algo insignificante, para el 150º Italia, el equipo de los bólidos energéticos ha desplazado un arsenal de mejoras para el RB7. "La diferencia entre Ferrari y Red Bull es que los italianos hacen casi una conferencia de prensa para anunciar las evoluciones que le aplican al coche, mientras que los otros lo desarrollan igual, o más, pero se lo callan", asegura un reputado técnico que prefiere mantener su nombre en secreto. La filosofía de Red Bull parece la acertada a tenor de los resultados. El curso pasado, la estructura austríaca logró el primer doblete de su historia, y todo parece dispuesto para que este repita éxito.
Así las cosas, Vettel dominó la primera jornada de ensayos, un día movidito debido a los remiendos que los operarios tuvieron que practicarle a la pista, sobre todo a los pianos, y también por alguna que otra avería. El alemán fue el más rápido, con los neumáticos duros y también con los blandos (1m 46,3s), circunstancia que vuelve a certificar la superioridad mecánica del monoplaza que conduce. El segundo más rápido fue Alonso, que congeló el cronómetro dos décimas por encima del tiempo de Baby Schumi, mientras que Lewis Hamilton concluyó el tercero, a siete décimas del campeón.
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