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La lucha por el escaño tensa al PSC

La potente federación de Barcelona quiere imponer a Carles Martí para el Senado, mientras la dirección del partido apuesta por Corbacho y Montilla

Miquel Noguer

La elaboración de las listas para las elecciones generales le está dando al PSC más quebraderos de cabeza de lo que es habitual. Por si la previsión de una pérdida sensible de escaños no fuera suficiente, sobre todo para los diputados que se quedarán fuera, los cambios que se avecinan en la dirección del partido complican más las cosas. Muchos ven en el Congreso o el Senado una salida a su situación actual y las plazas disponibles son más que limitadas. Esta situación está reabriendo viejos enfrentamientos, especialmente entre la poderosa federación de Barcelona y la dirección del partido. Aunque no es solo un debate de nombres, a la federación de Barcelona no le ha sentado bien los movimientos para resituar en el Senado al exministro Celestino Corbacho y al expresidente José Montilla. No es que no les quieran ahí, pero sí exigen prioridad para el primer secretario del PSC barcelonés, Carles Martí.

Los socialistas barceloneses, alejados ahora del poder municipal, necesitan una tribuna política para mantener un papel central en la estructura del partido y estar cerca de los centros de decisión. En las últimas semanas la candidatura de Martí para ir al Senado parecía no tener demasiadas trabas y, de hecho, la próxima semana el consejo de federación le propondrá formalmente. Pero todo se ha complicado con la irrupción de Corbacho y Montilla en la quiniela de nombres.

El partido tiene todavía dos semanas para encauzar el conflicto. Aunque inicialmente la dirección del PSC había pensado en Montilla para la candidatura al Senado que se votará el 20-N junto a las papeletas del Congreso, los últimos días parece haberse impuesto la tesis de que si el expresidente va a la cámara alta será a través del Parlament de Cataluña: el PSC puede designar dos senadores a través de la cámara autonómica, lo que le evitaría al expresidente tener que someterse de nuevo al escrutinio de los electores. Martí, en cambio, no tiene inconveniente en intentar su salto al Senado urnas mediante y como miembro de la candidatura conjunta que el PSC está negociando con Iniciativa para reeditar la Entesa Catalana de Progrés, de la que Esquerra Republicana se ha descolgado.

La posible candidatura de Corbacho al Senado despierta también algunos recelos en el grupo Parlamentario socialista. Varios diputados consultados no entienden por qué Corbacho insistió hace apenas un año para ser incluido en las listas del PSC para las elecciones autonómicas y ahora pretenda regresar a Madrid. Otros lo comprenden -"Corbacho nunca se ha integrado plenamente en el día a día del Parlament", dicen- pero lamentan la imagen que se está dando con el debate de las listas. "Parece que nos estemos pegando para hacernos un hueco". El exministro y exalcalde de L'Hospitalet intentó no levantar ampollas y dejar la decisión final en manos del partido. "Estoy a disposición de lo que más le convenga al partido", dijo en una entrevista a la red de radios locales de Cataluña, donde también dijo que aspira a mantenerse en la dirección del PSC.

La disolución de CpC

Ciutadans pel Canvi (CpC), la plataforma política que en su día impulsó a Pasqual Maragall hacia la presidencia de la Generalitat, está al borde de la desaparición 12 años después de nacer. Una vez rota su coalición electoral con el PSC, que le había permitido situar en el Parlament a varios de sus militantes, los dirigentes de la asociación dan prácticamente por hecha la extinción. Ahora buscan fórmulas para mantenerse como un altavoz de iniciativas políticas, como dotar a Cataluña de una ley electoral o medidas en favor del federalismo.

El portavoz de CpC, David Elvira, confirmó ayer que en noviembre la asamblea de la entidad, se planteará "la disolución o reconversión" además de adelgazar su estructura. Actualmente Ciutadans, con apoyo del PSC, mantiene un local en La Rambla de Barcelona donde trabajan tres personas. Elvira considera que se cierra un ciclo político que ha dado resultados positivos.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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