Novacaixagalicia sigue inaugurando centros culturales

La ingente obra social de la caja de ahorros, ahora convertida en entidad privada, sigue creciendo en unos tiempos marcados por la austeridad. Ayer se inauguró el quinto centro social de Novacaixagalicia en Santiago, que pasará a manos del banco. El nuevo inmueble suma "cerca de cien al servicio de la sociedad gallega", según las palabras del copresidente de la caja y nuevo consejero del banco, Julio Fernández Gayoso.

Realmente la fusión de Caixa Galicia y Caixanova contaba con 130 inmuebles para la obra social, pero el 20% se ha traspasado a la entidad que encabeza José María Castellano. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, lo definió como "la culminación de una admirable transición política", por "la lucha a favor de los bancos con sello gallego". La sala, plagada de políticos, aplaudió las palabras del presidente, que recordó "el impulso" del Gobierno autónomo "a la gran caja gallega, que aplaude ahora a un banco que va a alimentar la obra social". Gayoso, que tuvo unas palabras de agradecimiento para José Luis Pego, primer ejecutivo de la fusión que ha abandonado el proyecto por no contar con el respaldo de Castellano, también se refirió a que el centro cultural "es la respuesta a un cúmulo de malas noticias" económicas.

Blanco abre una cuenta en el nuevo banco y anima a seguir su ejemplo

Pese a las buenas palabras, en el plano político continúan las trifulcas por el resultado de la fusión. El ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, José Blanco, volvía a alabar ayer el papel de Castellano en la privatización, con la esperada entrada de entre 500 y 700 millones de euros procedentes de varios fondos estadounidenses. Para dejar claro su compromiso con la nueva entidad, Blanco proclamó incluso que el pasado lunes abrió una cuenta en él con 1.000 euros. "Es un proyecto solvente y animo a todos los gallegos a hacer lo mismo", explicó Blanco.

Muy distinta es la opinión del portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, quien tachó de "rotundo fracaso del PP" el resultado del proceso. La caja (que aportó al banco 1.700 millones de patrimonio neto), va a conseguir solo un 15% del banco que se ha creado. Eso significa que ese patrimonio que ha aportado equivale a 458 millones en nuevas acciones frente a los 2.600 que controlará el fondo de rescate. La ayuda pública nacionalizará la entidad el próximo 30 de septiembre. Poco a poco y hasta el 31 de diciembre se supone que los inversores privados realizarán sus aportaciones recomprando participaciones al Estado.

Para el BNG, antes de esperar a los inversores, la Xunta debería intentar "que el 51% del capital quede en manos gallegas". Así podría nombrar a sus propios consejeros para "mantener la galleguidad", una frase muy manida en el arranque de la fusión que ahora apenas se escucha. Hace falta, señaló Vázquez, que aporte el 36% del capital para controlar el 51% (sumada la participación de la caja). La Xunta, "en vez de hacer propaganda sobre hechos que no se corresponden con la realidad, debe tomar la iniciativa", recalcó. Y retomó el discurso nacionalista sobre la necesidad de una banca pública al servicio de familias y pymes.