Blanco y Feijóo corren a inaugurar

El ministro de Fomento, José Blanco, probó ayer el primer tren híbrido de España y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reunió a todo el PP del área de Vigo en la explanada que ocupará el nuevo hospital, para certificar que "cumple la palabra dada" y hará realidad en esta legislatura "la mayor obra sanitaria de toda España". La carrera de ambos para presentar logros aún en proceso y con el único cortejo de sus respectivos partidos anticipa un clima de campaña electoral, la del 20-N, cuyo rigor deja escaso margen en el calendario para actos como los protagonizados ayer por ambas autoridades por sus connotaciones propagandísticas.

El "tren todoterreno" -así se refirió José Blanco en varias ocasiones al nuevo Alvia S730- permite aprovechar el trazado convencional y el de alta velocidad, en trayectos electrificados o sin electrificar y con diferentes anchos de vía. Una obra maestra de la ingeniería ferroviaria que se estrenó sin las presencia de cargos de la Xunta ni del PP. Decenas de socialistas, técnicos y periodistas subieron a la nueva máquina -que todavía está en pruebas- en la estación de Santiago, para realizar un viaje hasta Ourense. El asiento para los representantes del Gobierno gallego estaba reservado en el coche de autoridades y en la carpa para discursos, pero no apareció nadie. Tampoco estaba el alcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa. Preguntando por esa ausencia institucional en el acto, Blanco aseguró que declinaron la invitación. Con un "ellos sabrán" zanjó el asunto. "La historia de Galicia se hace mas allá de quien gobierne circunstancialmente" en la Xunta, proclamó.

Nadie del PP se subió al tren, las invitaciones llegaron tarde

Caballero: "No me presto a paripés electorales del señor Feijóo"

El nuevo modelo de tren llegó a la estación ourensana del Empalme a las 10.50 horas. Tras un breve discurso del alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, el titular de Fomento aseguraba que "confía en cambiar la historia de Galicia para siempre" con la inversión que su departamento está haciendo en la alta velocidad de la comunidad, en una intervención de inequívoco aire electoral. El conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández, afirmó una hora después, en una visita a una planta de tratamiento de auga potable en A Estrada, que la invitación para el acto llegó con menos de 12 horas de antelación, lo que impidió modificar la agenda del martes. Eso sí, matizó que no supondrá la ruptura del Pacto do Obradoiro. Por la tarde, la consellería acusó al ministerio de no avisar a propósito: el acto "estaba programado desde hacía días y otras instituciones recibieron la invitación con suficiente antelación", dijo, para denunciar la "falta de respeto institucional".

Los Alvia S730 entrarán en servicio el segundo trimestre de 2012 y dejarán el trayecto entre Madrid y Galicia en cuatro horas y media, una vez que se inaugure el tramo de alta velocidad entre Olmedo y Zamora, a finales de ese mismo año. Renfe ha encargado 15 unidades que el Gobierno ganador de las elecciones de noviembre deberá distribuir entre Galicia, Murcia y Extremadura. Expertos consultados por este periódico aseguran que como mínimo, Galicia deberá contar con cinco para ofrecer cuatro servicios diarios y mantener uno en la reserva.

Blanco admitió preguntas y expresó su apoyo a la candidatura de Pachi Vázquez a la presidencia de la Xunta. No así Feijóo en la explanada del hospital vigués, donde se ufanó con análogo tono mitinero de la "agilidad" con que la Xunta había resuelto en los últimos meses "las asignaturas pendientes" que se encontrron al llegar. Lo que existía eran planos, proyectos y maquetas y lo que hay, "desde hoy", dijo, es "la realidad de un hospital público de Vigo en obras que ya no tiene vuelta atrás".

El hospital tendrá 1.465 camas, 35 quirófanos, 160 consultas externas y 62 salas de diagnóstico por imagen, estará en la vanguardia tecnológica y "será el primero de España" con las máximas calificaciones energética y de calidad. El proyecto arquitectónico básico, sin embargo, no ha sido presentado a los profesionales sanitarios. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, gran ausente de la cita -"yo no me presto a paripés electorales del señor Feijóo", adujo-, acusó a la Xunta de impulsar un proyecto "hiperraquítico", que reduce "a la mitad" el anterior del bipartito y que además privatiza obra y servicio.