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La prisión de Alhaurín niega a Roca un permiso de salida

Juan Antonio Roca, el supuesto cerebro de la corrupción en Marbella (Málaga) durante el gilismo, no podrá salir de la cárcel, donde lleva ingresado desde el 29 de marzo de 2006. La junta de tratamiento de la prisión de Alhaurín de la Torre ha denegado al exasesor urbanístico el permiso penitenciario que había solicitado ya que todavía tiene causas pendientes con la justicia, entre ellas los casos Malaya y Minutas, informó ayer Europa Press. Roca ya ha visto rechazadas anteriormente peticiones de salida por parte del órgano encargado de la clasificación de los reclusos, encabezado por el director de la prisión malagueña.

Roca pidió salir de permiso sin concretar el tiempo. La junta de tratamiento analizó la petición en las últimas semanas y la resolución ha sido desfavorable. Desde que fue arrestado por el caso Malaya, Roca solo ha disfrutado de una semana de libertad -entre el 14 y el 23 de abril de 2008-. El exasesor fue puesto en libertad bajo fianza de un millón de euros por el segundo instructor que tuvo la gran causa contra la corrupción en Marbella, Óscar Pérez. Sin embargo, apenas diez días más tarde de abandonar la cárcel, Roca tuvo que regresar a prisión ya que no pagó la fianza de tres millones de euros que le impuso la Audiencia Nacional en las jornadas previas al inicio del juicio del llamado caso Saqueo, en el que acabó siendo condenado a seis años y diez meses de prisión.

Esta sentencia por malversación y falsedad en documento mercantil fue confirmada en 2010 por el Tribunal Supremo, y es la que mantiene a Roca en prisión como preso penado. La gravedad de las penas a las que se enfrenta en las dos causas que están enjuiciándose actualmente -el fiscal pide para él 30 años de cárcel en Malaya y seis por el caso Minutas- han llevado a la junta de tratamiento de la prisión de Alhaurín a denegar el permiso penitenciario. Además de por el caso Saqueo, Roca ha cumplido condenas por sobornar al exjuez Francisco de Urquía y por las irregularidades urbanísticas del llamado caso Belmonsa.

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