Málaga exige a Endesa que pague 58 millones por un convenio urbanístico
La empresa quiere rescindir el acuerdo de recalificación de la antigua térmica
Con apenas un mes de vigencia, la aplicación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga empieza a toparse con las dificultades derivadas de la crisis económica. Las previsiones de millonarios ingresos por los convenios urbanísticos firmados entre los años 2007 y 2008 parecen ahora casi una utopía en la actual coyuntura, hasta el punto de que algunas de las promotoras ya han pedido la revocación de los acuerdos.
Es el caso de Endesa, que junto a su filial inmobiliaria Nueva Marina Real Estate, firmó con el Ayuntamiento un convenio para convertir en urbanizable los suelos de la antigua central térmica, en el nuevo paseo marítimo de Poniente. El acuerdo suscrito en agosto de 2008 permite a la empresa eléctrica construir varios edificios singulares con 773 viviendas, comercios, oficinas y un hotel, que se comprometió a entregar a cambio al consistorio una compensación de 58 millones de euros. El alcalde, Francisco de la Torre, anunció que este dinero se emplearía en financiar proyectos de cierta enjundia como al bulevar sobre las vías soterradas del ferrocarril o un túnel en La Malagueta entre el Parque y el paseo marítimo Pablo Picasso.
El proyecto Nueva Plaza de la Marina prevé 773 viviendas, comercios y hotel
Endesa alega para solicitar la rescisión del convenio que los terrenos se ven afectados por el expediente de deslinde del dominio marítimo-terrestre iniciado por la dirección general de Sostenibilidad de la Costa y el Mar en julio de 2010. El Ayuntamiento sostiene por el contrario que ha cumplido "escrupulosamente" la parte que le correspondía en el convenio y que de hecho el desarrollo urbanístico dibujado para la zona se encuentra incluido en el PGOU autorizado por la Junta. Se da la peculiaridad además de que el arquitecto director del PGOU, Damián Quero, dio un carácter muy singular al espacio, proyectando una gran plaza abierta al mar con dos grandes edificios en los extremos y otro central de menor volumen y uso comercial que aspira a ser un "eje de nueva centralidad" en el extremo del paseo marítimo construido sobre una zona que históricamente estuvo de espaldas al mar y ocupada por edificios industriales, y que se ha bautizado por ello como Nueva Plaza de la Marina, simulando el espacio que hay entre el casco histórico de la ciudad y la entrada principal al puerto.
La comisión municipal de Urbanismo tiene previsto rechazar hoy la solicitud de rescisión del convenio. El alcalde, Francisco de la Torre, aseguró ayer que "no hay razones para admitir la petición como han demostrado los informes técnicos y jurídicos, por lo que tiene plena eficacia". El alcalde emplazó a Endesa a cumplir sus compromisos, de la misma forma que el consistorio ha hecho con los que les correspondía, y sólo admitió la disposición municipal a renegociar el calendario de los pagos "porque hay un panorama económico distinto y podemos entender que haya dificultades" para atenderlos.
Las dos formaciones en la oposición han vuelto a cuestionar la política urbanística del equipo de Gobierno popular. El portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes, lamentó que se trata de una consecuencia de "un planeamiento hecho a base de acumulación de convenios para satisfacer intereses privados y sin ninguna transparencia", mientras que la edil socialista María Gámez aventuró un tortuoso camino de procesos judiciales "para defender unos convenios que fueron mal negociados y gestionados y de los que ahora somos prisioneros".
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