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La deuda de Madeira pone en apuros a Portugal

El Gobierno portugués no aprobará eventuales medidas adicionales de austeridad hasta que Madeira garantice el cumplimiento de sus responsabilidades, según declaró ayer el ministro de Finanzas, Vítor Gaspar. La deuda oculta del Gobierno regional madeirense de 1.600 millones de euros, detectada oficialmente los últimos días, es una pésima noticia para el Ejecutivo de centro-derecha de Pedro Passos Coelho, empeñado en demostrar a los prestamistas internacionales que Portugal está haciendo los deberes para poner en orden las cuentas públicas. El primer ministro y el presidente Aníbal Cavaco Silva abordaron la cuestión en una reunión que mantuvieron ayer por la tarde.

La delegación técnica de la troika de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que verifica estos días en Lisboa el programa de austeridad a cambio de un préstamo de 78.000 millones de euros, ha calificado de "mala sorpresa" la deuda encubierta de Madeira.

Sorpresa no para todo el mundo, según el diario Público, que aseguraba ayer que el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, está al corriente de la grave situación financiera de la región autónoma desde finales de julio, cuando recibió a delegaciones de los partidos de Madeira para fijar la fecha de las elecciones en la isla, que se celebrarán el 9 de octubre.

Auditoría

El diario cita como fuente a varios diputados regionales y añade que también sabían de la deuda oculta los representantes de la Procuradoría (Fiscalía del Estado), que ahora ha ordenado una auditoría, y del Tribunal de Cuentas.

El ministro de Finanzas ha insinuado la aplicación de sanciones al Gobierno madeirense, y ha precisado que su departamento estudia la situación presupuestaria de la isla y el impacto que esta deuda puede tener en el déficit de la región autónoma. De momento, la posición oficial del Ejecutivo portugués es que se trata de "un caso puntual" que "no tiene paralelismo".

El Instituto Nacional de Estadística y el Banco de Portugal han acusado a la Administración de Madeira de omitir información de sus cuentas públicas y, tras señalar que se trata de una grave situación sin parangón, han advertido que el déficit de la región en 2008, 2009 y 2010 tendrá que ser revisado al alza debido al agujero detectado ahora en momento inoportuno.

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