Desprotección hasta en Suiza
Ha sucedido otra vez. UBS registra unas pérdidas por valor de 2.000 millones de dólares por operaciones no autorizadas en el negocio bursátil, supuestamente seguro, Delta One de la banca suiza. Esta es el área que generó una enorme estafa en el banco francés Société Générale en 2008 y que provocó unas pérdidas de 7.000 millones de dólares a medida que se fueron conociendo las operaciones.
El hecho de que la misma área de negocio pudiera sufrir dos fallos descomunales en la gestión de riesgos en tres años resulta asombroso de por sí. Pero el último error es muy preocupante, dado el bajo riesgo de Delta One. Es un negocio de alto volumen y de márgenes bajos, donde se gana dinero con el diferencial entre el precio comprador y el vendedor sobre las operaciones de los clientes y también con un poco de arbitraje al margen.
En los despachos de contratación de Delta One se realizan operaciones sobre valores como los fondos de inversión que cotizan en Bolsa, que pueden cubrirse fácilmente comprando sus componentes subyacentes. La correlación casi perfecta explica el nombre, ya que dos instrumentos forman un delta y aumentan y disminuyen en paralelo. La liquidez de este negocio reduce todavía más los riesgos. Los compradores y los vendedores pueden coincidir con frecuencia en una cartera de negociación con alta liquidez sin que el banco de inversión tenga que contar con muchas existencias.
Pero los bancos de inversión tratan a menudo de complementar las ganancias escasas provenientes del mercado con ingresos por arbitraje, digamos que identificando unos diferenciales diminutos entre el coste del índice de un valor cotizado y sus acciones subyacentes. Con un volumen de intercambio tan elevado de instrumentos derivados, las oportunidades deberían surgir con frecuencia.
Resulta difícil saber con exactitud dónde se produjeron las pérdidas en UBS. El comentario del banco de que las posiciones de los clientes no se vieron afectadas indica que, de alguna manera, falló una protección o que una operación de arbitraje salió muy mal. Si esas posiciones que estaban produciendo pérdidas se cubrieron, entonces podrían haber provocado más pérdidas de dinero sin ser detectadas.
Cualquiera que sea la respuesta, es la clase negocio en el que los desajustes en la cartera de negociación deberían ser más visibles en las fugas repentinas de dinero. Es más, los otros bancos aseguran que la práctica habitual es comprobar las exposiciones al final del día de las operaciones bursátiles, pero también en el transcurso del mismo. UBS dice que explicará lo sucedido en los próximos días. Pero podría resultarle más difícil explicar cómo sucedió.
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