Europa y EE UU chocan en sus recetas para hacer frente a la crisis
Los ministros de Economía de la UE rechazan los consejos estadounidenses orientados a impulsar la actividad e insisten en imponer la austeridad
Los ministros de Economía de la zona euro desdeñaron ayer las propuestas del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, encaminadas a estimular la decadente economía europea y reforzar la unidad entre la estrategia de los Gobiernos y la del Banco Central Europeo, (BCE) frente a la crisis. En un viaje especial sin precedentes en la historia de la Unión Europea, el responsable económico de EE UU encontró muy poca receptividad entre los ministros de la zona euro cuando intentó animarles a adoptar medidas para reactivar la economía. Para el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, "los Gobiernos no ven margen de maniobra en la zona euro que pudiera permitir nuevos estímulos".
Geithner pidió a la UE que actúe frente a los "riesgos catastróficos"
Los ministros europeos no lograron avances sobre Grecia
El desencuentro entre EE UU y Europa fue la primera parte de una reunión en la que los responsables económicos europeos no lograron avanzar ni en el rescate de Grecia ni en despejar el camino para que los Parlamentos aprueben la ampliación y nuevas competencias del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
En su encuentro con los ministros del euro, Geithner había sugerido la posibilidad de ampliar la potencialidad y los usos del fondo de rescate, de modo que pudiera actuar de manera similar al TALF, creado en Estados Unidos en 2008, para estimular los créditos al consumo y las empresas garantizando los préstamos ofrecidos por las entidades financieras. Juncker insistió en que la reunión había sido sobre todo un debate sobre las propuestas existentes, pero no sobre la toma de decisiones. Y precisó: "No vamos a debatir el aumento del FEEF con alguien que no es miembro de la zona euro".
Geithner reprochó a los responsables económicos la imagen de falta de unidad. "Lo que es verdaderamente perjudicial no son solo las divisiones sobre la estrategia, sino el continuo conflicto entre Gobiernos y el banco central y ustedes necesitan a ambos y trabajar juntos para hacer lo que es necesario para la resolución de una crisis". Geithner pidió a los Gobiernos y bancos centrales que despejen de los mercados "los riesgos catastróficos". Aseguró que Europa necesita actuar para que se descarte la amenaza de una quiebra en cascada de los países de la UE y las especulaciones de que el euro y otras instituciones de la UE podrían ser desmanteladas.
El secretario del Tesoro se refería a la larga y profunda resistencia de algunos países, especialmente Alemania, a que el BCE comprara bonos soberanos de varios países (Grecia, Portugal, Irlanda, Italia y España). Hasta ahora el BCE ha destinado más de 140.000 millones a comprar bonos, una política decisiva para evitar el fracaso del euro.
Las recomendaciones del responsable de Economía del Gobierno de Obama sentaron especialmente mal a algunos ministros. Así, la ministra de Finanzas de Austria, María Fekter, señaló que había expresado con intensidad que los países europeos necesitaban "comprometer más dinero para evitar poner el sistema en dificultad". "Encuentro peculiar", añadió, "que aunque los americanos tienen datos fundamentales peores que la zona euro nos dicen lo que tenemos que hacer y cuando nosotros les hacemos alguna sugerencia nos dicen que no inmediatamente". Fekter se refería a la propuesta del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, de establecer una tasa a las transacciones financieras para que los bancos también contribuyeran y que fue rechazada por EE UU.
Más sarcástico fue el comentario del ministro de Finanzas de Bélgica, Didier Reynders, quien manifestó que le gustaría saber "cómo Estados Unidos reducirá sus déficits y deuda". En este contexto, la vicepresidenta y ministra de Economía española, Elena Salgado, manifestó antes del encuentro que la intervención de Geithner contribuiría a conformar la visión de la situación general de la economía mundial, "pero no intervendrá para nada en las decisiones que se puedan tomar". "Estamos", añadió, "poniendo de nuestra parte todo lo posible para combatir las incertidumbres de esa crisis de deuda y tratando de estimular el crecimiento con reformas estructurales y una mejor gobernanza e integración".
En cualquier caso, la presencia de un alto funcionario estadounidense en una reunión de responsables económicos europeos es un indicador claro de la amplitud que está adquiriendo la crisis y la incapacidad de la UE para resolverla. Sony Kapoor, director de Re-Define, destacó que la presencia de Tim Geithner en el Eurogrupo "demuestra las ramificaciones globales de la crisis". "Nuestros líderes continúan fingiendo que la crisis está bajo control viviendo una realidad paralela. Su incapacidad para manejar el problema de Grecia, una de las más pequeñas economías de la UE, inspira poca confianza en su capacidad para abordar amenazas mucho más grandes puestas por los continuos fallos de Italia y España para poder refinanciarse por sí mismas a costes razonables", añadió.
De todas formas, el mandatario estadounidense aseguró: "No queremos ver a una Europa debilitada por una crisis prolongada, mejor para nosotros si Europa es más fuerte". Y añadió: "Continuaremos haciendo todo lo que podamos para ayudar a Europa a gestionar sus desafíos".
Sobre la cuestión de Grecia no se registró avance alguno. El Gobierno de Atenas precisa urgentemente recibir los 8.000 millones previstos del sexto tramo del primer paquete de rescate. "Tomaremos nuestra decisión en octubre", dijo Juncker, pero precisó que "depende del informe de los expertos de la troika", formada por la Comisión, el BCE y el FMI, que deberán comprobar si Grecia cumple los compromisos en materia de reducción del déficit, reformas estructurales y privatizaciones. En principio, este informe debería estar listo para principios de octubre para que el pago se pudiera efectuar a mediados del próximo mes, siempre que el FMI no plantee nuevas dificultades.
Sobre la ampliación de las garantías del FEEF hasta 780.000 millones para que los fondos disponibles sean efectivamente 440.000, el proceso de ratificación por los Parlamentos sigue su curso. De momento lo han ratificado Bélgica, Estonia, Francia, Luxemburgo, Italia y España. Los ministros confían en que la ratificación estará completa a mediados de octubre. Eslovaquia había anticipado que no lo podrá hacer hasta diciembre.
El otro conflicto espinoso son las garantías exigidas por Finlandia para aprobar el segundo paquete de rescate a Grecia. La titular de Finanzas, Jutta Urpilainen, dijo: "Desgraciadamente no veo que podamos encontrar un acuerdo esta noche". Pero señaló que era "optimista" y confiaba en "encontrar una solución aceptable para todos".
Los líderes del euro confirmaron las rebajas de los tipos de interés de las ayudas concedidas a Portugal e Irlanda de entre el 2,1% y el 2,5%. En el caso de Portugal, la reducción de costes financieros supondrá un ahorro de unos 2.000 millones de euros.
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