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Alicante volverá a licitar la obra de la antigua estación de autobuses

El adjudicatario deja la construcción del aparcamiento por falta de dinero

En Alicante construir un aparcamiento es sinónimo de problemas. Si los anteproyectos de Hermanos López Osaba, Catedrático Soler y Padre Esplá adjudicados a Enrique Ortiz sufrieron tres modificados por importe de 2,2 millones de euros, razón por la que acabaron siendo investigados por el juzgado, el proyectado en la plaza de Séneca, donde estaba anteriormente la estación de autobuses de la ciudad, tendrá que volver a licitarse porque la Unión Temporal de Empresas (UTE) a la que se le adjudicó ha desistido de comenzar las obras antes incluso de constituir la garantía definitiva de la obra por importe de 602.456,88 euros.

El aparcamiento de Séneca fue adjudicado a mediados del pasado mes de agosto a la UTE formada por las empresas Tarancón Infraestructuras, SLU y Licuas, SA, la única oferta que se presentó. Obtuvo 94 puntos e incluso llegó a proponer la mejora del canon mínimo anual que debía pagar al Consistorio.

El pliego de condiciones contemplaba la explotación durante 40 años de 650 plazas en el centro de la ciudad a cambio de la construcción de una plaza ajardinada en superficie y la reforma del edificio de la finiquitada estación, pero "hemos recibido la negativa de todas las entidades bancarias a las que hemos acudido", aseguran fuentes de la UTE, que necesitaba financiar el 60% del coste total de la obra. Aunque los técnicos municipales estimaron su valor en casi 24 millones de euros, las mismas fuentes aseguran que se podría haber hecho por entre ocho y diez millones.

La portavoz del Gobierno local, Marta García-Romeu, reconoce que "no tenemos claro todavía el nuevo pliego, que deberá ser más competitivo". Aunque esta semana pretenden retomarlo, reconoce que, como mínimo, el nuevo proceso de adjudicación se prolongará cuatro meses, lo que, como poco, alargará el inicio de las obras medio año.

Licuas fue la empresa a la que se adjudicó por 867.548 euros la remodelación de la plaza de Juan XXII de Alicante, cuyas obras ya paralizó el verano de 2008 por problemas económicos. Y una de las 15 empresas que la policía pidió investigar al juez Pedreira el pasado mes de marzo por sospechas de haber pagado comisiones a la trama corrupta del caso Gürtel.

La vieja terminal quedó ayer sellada

La antigua estación de autobuses puso ayer fin a 64 años ininterrumpidos de actividad. Los últimos vehículos salieron todavía de madrugada en dirección a Andalucía y Cataluña y a primera hora de la mañana operarios del Ayuntamiento procedieron a tapiar las puertas y sellar las ventanas del edificio.

Algunos turistas despistados todavía intentaron ayer comprar su pasaje en la vieja terminal, donde solo queda abierta una ventanilla de información para redirigirlos hacia la nueva estación, ubicada a unos 200 metros en suelo portuario. "Hemos sufrido los inconvenientes iniciales propios del traslado, pero el cambio está ya consolidado", comentó la portavoz municipal, Marta García-Romeu.

El futuro del inmueble, que alberga en su interior murales de Gastón Castelló, depende precisamente de la adjudicación de la construcción del aparcamiento. Su remodelación estaba incluida en el pliego de condiciones anterior, pero es posible que el nuevo no la contemple. Está anunciada la ubicación de un Centro de Salud, reclamado por los vecinos, y alguna otra dependencia municipal.

La nueva estación alberga el trajín de miles de pasajeros, usuarios del tráfico que generan más de 400 autobuses diarios en sus 16 dársenas. La terminal estará gestionada al menos los cinco próximos años por La Alcoyana y Enatcar a cambio de un canon anual de 50.000 euros.

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