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La polémica por el catalán marca los actos de la Diada

Mas considera que ya ha empezado la "transición nacional" de Cataluña

La polémica desatada en Cataluña sobre la inmersión lingüística a partir de una resolución judicial marcó ayer la celebración de los actos de la Diada. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, advirtió al acabar el acto institucional en el parque de la Ciutadella de Barcelona, junto al Parlamento, que ayer, excepcionalmente, no realizaría declaraciones en castellano, como ocurre habitualmente en sus intervenciones ante los medios de comunicación.

En su discurso de toma de posesión a finales de 2010 Mas anunció que Cataluña iniciaba una "transición nacional" hacia un nuevo escenario político que supere el marco constitucional y ayer resucitó esa expresión con motivo de la Diada. "La transición nacional catalana se está haciendo. En las mentes de la gente de Cataluña cala un sentimiento de mayor soberanía y libertad", aseguró el presidente catalán al acabar el acto institucional organizado de manera conjunta por el Gobierno catalán y el Parlamento y al que asistieron más de 5.000 personas. Cuando, en un momento del acto, las autoridades aplaudieron la cita de un orador a la bondad de la inmersión escolar, la líder del PP en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, evitó hacerlo.

El presidente de la Generalitat rechaza hacer declaraciones en castellano

Para Mas, la "transición nacional" es una brecha que se ha abierto entre Cataluña y el resto de España acelerada por los "ataques" a la lengua y el autogobierno. El presidente catalán se refería así al reciente auto de una sección de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que concede dos meses a la Generalitat para que adopte las medidas necesarias para que el castellano sea lengua vehicular en todos los ciclos de la enseñanza.

Esa decisión judicial se produjo diez días después de que el pleno de la Sala Contencioso-Administrativo del mismo TSJC, integrado por 24 magistrados, avalara la inmersión lingüística en una sentencia que contiene un voto particular de siete jueces.

Los actos de la Diada se iniciaron con la tradicional ofrenda floral en Barcelona ante la estatua a Rafael Casanova, la autoridad que lideraba al ejército catalán que fue derrotado por las tropas borbónicas en la Guerra de Sucesión de 1714. Las diversas delegaciones de los partidos políticos que acuden a esa ofrenda han soportado abucheos e insultos en los últimos años, aunque ayer no se produjo ningún incidente porque se estableció un cordón de seguridad para alejar a los posibles alborotadores de los políticos. El año pasado, cuando CiU estaba en la oposición, criticaron esa medida, pero lo cierto es que este año, en el Gobierno, la ha calcado.

Lo que no pudo evitar Artur Mas es ser increpado por un centenar de indignados y parados cuando acudió a realizar la ofrenda floral ante la tumba de Rafael Casanova, en la localidad barcelonesa de Sant Boi de Llobregat.

Manifestantes queman en Barcelona dos banderas, francesa y española, y un retrato del Rey.
Manifestantes queman en Barcelona dos banderas, francesa y española, y un retrato del Rey.GIANLUCA BATTISTA

Quema de banderas

Dos banderas españolas, en dos momentos distintos, una francesa y una fotografía del Rey fueron quemadas en la tarde de ayer en el centro de Barcelona durante una manifestación convocada por grupos radicales independentistas que reunió a unas diez mil personas, según la Guardia Urbana. Fue el colofón a una jornada en que el uso de las diferentes insignias generó polémica.

A principios de semana Xavier García Albiol, el alcalde del PP de Badalona -la tercera ciudad catalana en habitantes- anunció que modificaría los actos institucionales y haría ondear la bandera española en el Ayuntamiento. La oposición en bloque replicó anunciando su ausencia de esos actos y Albiol los acabó suspendiendo. Ayer fue abucheado cuando acudió a una ofrenda floral, pero la bandera española ondeó todo el día.

Los populares también lamentaron que en la estatua a Rafael Casanova de Barcelona ondease una bandera independentista, algo que ocurre cada año, y culparon al Ayuntamiento de Barcelona, presidido por el convergente Xavier Trias, al que el PP apoyó. En Vic, con un alcalde de Unió Democràtica y diputado autonómico por CiU, ondeó la bandera independentista en el Ayuntamiento.

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