El PP debate las propuestas más duras que no llevará en su programa
Rodrigo Rato, de nuevo estandarte de los populares, pide revisar los salarios
Es difícil que lo que se planteó ayer en el foro sobre empleo del PP en Las Palmas llegue con tanta claridad a un programa electoral diseñado para no asustar. Y sin embargo, parece evidente que por ahí irá la acción de Gobierno. Sobre todo porque hablaron personas muy influyentes en la esfera económica del PP. Entre ellos, Rodrigo Rato, presidente de Bankia, que el PP recuperó ayer como un estandarte. Los populares quieren reivindicar el espíritu de 1996, y nada mejor para reforzar esa idea que una foto en un acto del PP con Rato y José María Fidalgo, exsecretario general de CC OO, que ayer se deshizo en elogios y parabienes al equipo económico del PP.
Rato, distanciado de Mariano Rajoy durante mucho tiempo pero reconciliado cuando, por intercesión del líder, alcanzó la cúpula de Caja Madrid, fue suave en las formas, evitó criticar al PSOE, al contrario que otros intervinientes, y siguió parte del discurso gubernamental, sobre todo el que señala que España no tiene un problema real de deuda pública. Pero marcó una línea clara para el futuro: rebaja de sueldos.
El presidente de Bankia sugiere vincular los sueldos a la productividad
Fidalgo aconseja no temer a la calle: "No habrá contestación. Hacedlo bien"
En realidad Rato no habló de bajada, fue Alberto Nadal, miembro de la cúpula de la CEOE y hermano gemelo de Alberto, hombre de confianza de Rajoy en el equipo económico del PP, quien planteó esa necesidad. Nadal propuso una política laboral "más agresiva" que las del PSOE con un contrato único, algo que ha esbozado Rajoy. Pero sin usar el verbo "bajar" salarios, Rato lo apuntó con claridad: "España siempre ha ajustado su empleo vía cantidad [paro] y no vía precio [salarios]. Nuestra estructura salarial necesita una profunda reflexión. El ajuste se produce siempre, tenemos que elegir cómo lo queremos. Debemos plantear una seria discusión sobre nuestro sistema de fijación de salarios. El camino es que haya diferencias entre asalariados en relación con la competitividad y la productividad" aseguró ante un reducido grupo de asistentes al foro, entre los que estaban Cristóbal Montoro, el organizador, Dolores de Cospedal, Ana Mato o Esteban González Pons.
La idea de vincular salarios y productividad está muy extendida también en sectores del PSOE, aunque en el PP se evita hablar con tanta claridad de una modificación de la estructura salarial. Rajoy fue muy criticado cuando en una entrevista planteó la necesidad de "trabajar unas poquitas horas más o ganar un poquito menos" y dejó de decirlo. El sueldo de Rato ha sido polémico recientemente, al conocerse que entre él y los otros dos principales responsables de Bankia se repartirán hasta 10 millones de euros anuales.
El exvicepresidente, que estuvo casi todo el día en un foro que hoy clausura Rajoy, ofreció un apunte de los retos de la economía española y, lejos de reivindicar que hay que hacer lo mismo que en 1996, como repite la mayoría del partido -tanto que es un eje de la campaña- insistió en la necesidad de cambiar el modelo. El crédito se fue demasiado al ladrillo y poco a la industria y servicios, ahora hay que reorientarlo para que llegue a sectores más innovadores, aseguró. Tanto entusiasmo concitó que algunos especulaban con su regreso a la política, aunque en su entorno insisten en descartarlo.
Rato propuso usar los impuestos para incentivar a las empresas más innovadoras y trabajar para acabar con el modelo laboral dual. El economista Manuel Lagares, al que Montoro definió como su maestro, planteó una reforma del Impuesto de Sociedades inmediata y del IRPF más adelante, y descartó subir los impuestos a rentas altas o recuperar patrimonio. González Pons reivindicó su "aspiración" de recuperar el empleo perdido, aunque evitó repetir la cifra de los 3,5 millones.
Fidalgo fue el más comentado en pasillos, ya que aunque reivindicó su independencia, utilizó un tono muy entregado con sus "amigos" del equipo económico del PP y aplaudió casi todos sus planteamientos. Les dijo incluso que no deben temer a la calle porque "no habrá contestación social como se entendía en el pasado" a sus medidas. Sentado junto al abogado Íñigo Sagardoy, remató con un mensaje a la cúpula del PP: "Tenéis que hacerlo muy bien. Necesitamos que acertéis. Porque hay una cosa peor que os echen, y es no tener alternativa".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.