Saab presenta concurso a la espera de ayuda externa
El fabricante de automóviles sueco Saab Automobile presentó ayer ante un tribunal una solicitud para reestructurar la empresa y suspender los pagos para protegerla de sus acreedores por la falta de fondos para afrontar sus demandas. El objetivo es asegurar la "estabilidad a corto plazo" y permitir la llegada de nueva financiación de sus inversores chinos Pang Da y Youngman, señaló en un comunicado Swedish Automobile, firma holandesa que compró Saab hace un año a la estadounidense General Motors.
La situación económica es ahora tan delicada que Saab Automobile no solo no tiene dinero para pagar a sus acreedores, sino que aún no ha podido pagar la nómina de agosto a sus empleados y tiene parada la producción. La dirección de Saab Automobile cuenta con poder presentar un plan concreto de reconstrucción en las próximas tres semanas y solicitará también el aval del Estado sueco para poder pagar las nóminas a sus empleados.
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