Comienzo de curso en el hospital

Desde que el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, ingresara el martes por la noche en el hospital de La Paz tras sufrir un accidente de moto, los ojos del PP se han posado sobre el estado de salud de la mano derecha del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Un reguero incesante de amigos y representantes políticos desfilaron ayer por el centro hospitalario interesados por el estado de salud de Manuel Cobo, que continúa con pronóstico grave en la Unidad de Medicina Intensiva del hospital madrileño, según el parte médico difundido ayer.

Ruiz-Gallardón, que suspendió todos los actos de su agenda, apenas se despegó del vicealcalde y de su familia en todo el día. Llegó a las instalaciones de La Paz poco antes de las ocho de la mañana para seguir de cerca la evolución de su amigo y colaborador hasta las dos y media. A las cinco de la tarde, regresó al hospital donde recibió personalmente a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que se remitió al parte médico a su salida, y al líder del partido, Mariano Rajoy. El candidato del PP en las elecciones generales se hizo de rogar y acudió pasadas las ocho de la tarde acompañado de su jefe de gabinete, Jorge Moragas. Los medios de comunicación apostados durante todo el día frente a la entrada principal le esperaban desde que el delegado de Seguridad, Pedro Calvo, anunciara una posible visita del líder de los populares que Génova no confirmó hasta las seis de la tarde.

Ruiz-Gallardón suspendió los actos de su agenda para estar junto a Cobo

El alcalde recibió en La Paz a Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal

Concejales como Patricia Lázaro o Miguel Ángel Villanueva, líderes de la oposición como David Ortega (UPyD), exministras como Ana Pastor y compañeros de partido visitaron al número dos del Ayuntamiento de Madrid desde primera hora de la mañana, mientras todas las miradas no perdían de vista las puertas del centro sanitario. Atentas a quién entraba, quién salía, quién estaba y, sobre todo, quién faltaba.

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, fueron los primeros representantes del Gobierno regional en visitar a Cobo tras el accidente. Aunque las primeras informaciones difundidas horas después del siniestro hacían temer por la vida del vicealcalde, González se mostró optimista y aseguró: "La cosa no es tan grave como parecía, está evolucionando muy bien y el pronóstico es cada vez mejor sobre el inicial". El parte confirmó que, aunque el político de 55 años sufre un traumatismo craneoencefálico y torácico a causa de la caída, se encuentra estable dentro de la gravedad y la evolución neurológica es buena, lo que descarta el daño cerebral. Un miembro del equipo médico explicó que sigue intubado y con ventilación mecánica porque las lesiones en las costillas le dificultan la respiración no asistida. El vicepresidente regional aprovechó también para excusar la ausencia de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, quien ayer tampoco se pasó por el centro. "Aguirre ha estado en contacto con el alcalde y hemos hecho lo normal en estos casos, que es interesarnos y dar el apoyo que hemos podido", justificó González.

La campanada la dio el secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, que acudió a La Paz poco antes de las dos de la tarde e insistió: "Manolo está mucho mejor". Granados y Cobo mantuvieron un enfrentamiento a raíz del escándalo de espionaje político pagado con fondos de la Comunidad. El ahora secretario general del PP de Madrid era consejero del Interior y responsable jerárquico de los exagentes que realizaron seguimientos a, entre otros, el propio Cobo.

El concejal de Hacienda, Juan Bravo, así como el presidente del comité ejecutivo de Ifema, Luis Eduardo Cortés, también se mostraron optimistas y avanzaron por la tarde que el vicealcalde estaba despierto y consciente. "Se nota que ya tiene ganas de hablar", señaló Bravo, quien confió en la recuperación de Cobo y en que esté "otra vez dando guerra en el Ayuntamiento" lo más pronto posible.