Blasco reclama al Estado 7.000 millones para limitar el gasto

La compleja situación financiera que atraviesa la Generalitat provoca un curioso requiebro de los responsables del PP ante las exigencias de Mariano Rajoy, su presidente nacional, para limitar el déficit de las Administraciones Públicas a través de un pacto constitucional. Rafael Blasco, portavoz del PP en las Cortes Valencianas, vinculó ayer el apoyo de los populares valencianos a la reforma constitucional que han pactado el PP y el PSOE en el Congreso al resarcimiento de una supuesta deuda histórica del Estado con la Comunidad Valenciana, que cifró en torno a 7.000 millones de euros.

Tras la primera reunión de la Junta de Síndics de las Cortes después de las vacaciones estivales, Blasco comentó que la reforma constitucional para fijar el techo de gasto de las Administraciones Públicas "puede ser buena" para la Comunidad Valenciana, si "previamente se considera la deuda histórica acumulada".

"Es evidente" que, en el caso de la Comunidad Valenciana, "además hay que corregir el agravio comparativo que ha tenido en la financiación y que se la resarza de los 7.000 millones que se le debe, para que esta limitación del déficit no genere nuevos agravios entre comunidades", dijo Blasco.

Garantía

Jorge Alarte, el portavoz socialista, apoyó sin fisuras la medida y la presentó como "una garantía contra los excesos y el despilfarro", que atribuyó a los sucesivos gobiernos del PP que han gestionado la Generalitat desde 1995. Alarte añadió que el acuerdo entre los dos grandes partidos permite reservar dinero para "lo importante, que son las políticas sociales", dijo.

Alarte añadió que los valencianos "entienden muy bien lo que pasa y, de hecho, esta una de las tierras de España en las que es más fácil explicarlo", debido al exceso de gastos y fastos de los sucesivos Gobierno autonómico del PP.

Enric Morera, portavoz de Compromís, criticó a los dos grandes partidos por igual y expresó su oposición al acuerdo para limitar el déficit. "El PP y el PSOE se han gastado el dinero que no teníamos en saraos y en políticas poco listas y ahora quieren hacer un atentado constitucional para contentar a la dictadura de los mercados y burlar a la democracia", dijo Morera.

Morera consideró "gravísimo" el acuerdo entre "aquellos que nos han llevado a una gravísima crisis puedan sacarnos de ella" y que el presidente de la Generalitat "no diga nada, pese a que está en juego la autonomía financiera".