"Me voy a quedar"

A sus 29 años, en una noche calurosa de agosto, Kaká volvió a empezar en La Romareda. Salió en los últimos minutos de un partido resuelto y se enganchó al frenesí de un equipo que acabó el último campeonato goleando y empezó el nuevo en la misma onda. Kaká marcó un gol, el 5-0, y propició el 6-0 con un remate que rechazó Roberto y empujó Cristiano. Fue el final de una velada que, según dijo el brasileño, puede ser el primer paso hacia su restauración como jugador del Madrid después de dos temporadas frustrantes. "Hace poco dije que me quería quedar y no he cambiado de opinión", comentó después del partido. "Me quiero quedar y me voy a quedar. Viviré tres días con especulaciones [hasta que se cierre el mercado, el 31 de agosto], pero me quedaré. Mou me quiere", sentenció.

Mourinho: "Tengo la esperanza de que logremos más puntos que el curso pasado"

El delantero llevaba meses buscando una salida a su situación. Quería jugar más partidos de los que le ofrecía Mourinho, que, en privado, dice que le recuerda a Shevchenko en el Chelsea, a un futbolista en decadencia. Tal vez con el tiempo el técnico cambie de opinión. Lo cierto es que Kaká no ha encontrado un club que le pague los nueve millones de euros netos que cobra por temporada ni que haga frente al reclamo del Madrid por el traspaso. El club pagó más de 60 millones al Milan en 2009 y ahora pretende recuperar una parte si es que le vende. Pero la salida es prácticamente imposible. Kaká lo sabe y ahora reclama algo que su entrenador no ha querido darle en los últimos meses: confianza. "Estoy feliz por el resultado", dijo en Zaragoza; "empezar así es lo mejor. Yo he hecho un buen partido y eso me llena de alegría, pero no es la primera vez. Con el Madrid he hecho buenos partidos. A mí ya no me sirve un solo encuentro bueno. Lo que necesito es tener continuidad".

Mourinho prefirió no detenerse a valorar los tres goles de Cristiano, que reemprende la marcha goleadora que la temporada pasada le llevó a meter 40 tantos en la Liga. "Prefiero decir que el Madrid ha empezado ganando", dijo el técnico, "y que el año pasado empezamos empatando. Prefiero decir que tengo la esperanza de que esta temporada conseguiremos más puntos que los 92 que logramos en la pasada . Obviamente, me gusta que los atacantes marquen porque su alegría depende de meter goles. Pero nuestra perspectiva es colectiva, global. Y es importante empezar con tres puntos".

Mourinho dedicó su conferencia de prensa a disculpar a su colega, Javier Aguirre. En su argumento mencionó a Mateos, Juan Carlos y Ruben Micael, tres futbolistas que han sido traspasados al Zaragoza este verano gracias a la intervención de Jorge Mendes, su agente. "La realidad es que mi compañero del Zaragoza se ha visto en enormes dificultades", dijo el portugués, "sin Mateos, sin Juan Carlos, sin Ruben Micael y sin Braulio. El Zaragoza no tiene un jugador de la calidad de Ruben. Lo sé porque conozco bien a Ruben. Por eso mi amigo Aguirre ha tenido dificultades para construir un equipo que sea más fuerte de lo que ha sido. Si a mí, que soy el Madrid, me sacan cuatro jugadores fundamentales, me meten en problemas... Si al Zaragoza le ocurre esto, tiene muchos más problemas".

Aguirre, de un pálido cetrino, entonó una de sus clásicas autoinculpaciones. "Sólo hubo un equipo en el terreno de juego", declaró; "si nos ganaban después de un error individual, el culpable puede ser otro. Pero, si te meten seis, el culpable soy yo. Hice todo mal esta semana. Nos pasaron por arriba. Tendré que examinar lo que hicimos porque no preparé bien ningún aspecto del juego. Nos superaron en todo. Parece mentira que estemos en la misma Liga. No hemos tenido recursos para competir con ellos. Debo pedir disculpas a la gente. Es siendo una noche negra en la historia del zaragocismo y en mi historia como entrenador".

"Tenemos una alteración normal producto de una goleada anormal", concluyó Aguirre; "ahora mismo no tengo muy claro cómo desmembrar la película del partido. Lo único que se me ocurre es que la figura del técnico tiene que emerger".

Kaká: "Voy a seguir en el Madrid"