_
_
_
_
INTIMIDADES
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Flores y alcohol

Lágrimas y alcohol. Dolor y comida. ¿Quién no se ha entregado a una botella de alcohol e inundado una copa con lágrimas sin consuelo? ¿Quién no se ha mimado, en las circunstancias más tristes, preparándose el mejor de los festines? Leí, hace algún tiempo, mientras recorría los rincones de mi amada Turquía, que en una de sus fronteras rusas existió un médico que curaba con flores. Dolores y tristezas, en general, sanaban con media hora en una pequeña cabina acompañada de lirios, margaritas, rosas o tulipanes. Me resulta maravilloso que las margaritas ya no solo sirvan para rifar si te quiere o no. Sino que curan y últimamente, además, se cocinan. Atún rojo con salvia, souflés o helado de violetas, ensaladas de crisantemos, arroz con caléndulas o gelatina de pensamientos... Y ahora que las hemos sumado a nuestra cocina, podemos sumarlas, también, a nuestros consuelos. ¿Se te quiebra el alma? media docena de rosas y una buena botella de vino. Sumerjamos la nariz entre sus pétalos hasta inundarnos de su aroma, procuremos darles un buen mordisco y bebamos a gusto mientras corren nuestras lágrimas por las mejillas. Y es que, a veces, aunque salga el sol, parece que el mundo se apaga. Más tranquilos, mañana será otro día y volverá el sol en su eterno empeño de iluminarnos y hacer crecer las flores.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_