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Reportaje:

Cruceros a toda máquina

España se consolida como uno de los grandes destinos del turismo de navegación

El sector de los cruceros no ha dejado de crecer a pesar de los varapalos que con la crisis viene sufriendo tanto la economía española como la europea desde hace tres años. Las líneas navieras domiciliadas en Europa son más de 45, y en ellas operan más de 124 barcos de gran tamaño con una capacidad de 76.600 camas. España y sus principales puertos concentran el 21% del turismo comunitario en este sector, según el último informe publicado por el Consejo Europeo de Cruceros.

Los últimos datos del Ministerio de Fomento demuestran la buena salud del negocio. En el primer semestre de 2011, el tráfico de pasajeros de cruceros que recalaron en los puertos españoles alcanzó la cifra de 3.200.757, lo que supone un incremento del 17,7% con respecto al mismo periodo del año anterior. Estos datos constituyen un nuevo récord y sobrepasan las previsiones del Ministerio de Turismo.

Tres millones de cruceristas han recalado en puertos españoles este año
Barcelona y Baleares están entre las 10 principales escalas del mundo

Europa, especialmente el sur, es un destino cada vez más popular para los turistas de crucero de todo el mundo. La apuesta de España por el desarrollo del sistema portuario ha coincidido en el tiempo con el auge de este tipo de turismo, de ahí que se haya triplicado entre 2000 y 2010 el número de visitantes llegados a España en embarcaciones de recreo. En total, fueron 7,1 millones durante la década.

Desde el área de cruceros de Viajes El Corte Inglés atribuyen este crecimiento a que "el sector turístico español ha respondido eficazmente al rápido crecimiento de la industria de cruceros marítimos a nivel mundial". Además, explican, "las compañías navieras han adaptado un bien considerado de lujo hace 10 años a la clase media española".

También ha ayudado la diversificación de la clientela: antes, los turistas procedían en su mayoría de EE UU, mientras que ahora hay una fuerte presencia de europeos. Los operadores buscan fomentar los denominados cruceros cortos, de entre tres y siete días de duración, con un gasto medio por turista que oscila entre los 50 y 75 euros, si proceden de cruceros que hacen escala, y entre 200 y 300 euros para aquellos que utilizan el puerto como base. Además, las navieras buscan afianzar su posicionamiento en el mercado del Viejo Continente.

Las compañías de cruceros fondean por las dársenas de la zona oriental y occidental, además de las islas del Atlántico (Canarias, Madeira y Azores). Algunos expertos en turismo aseguran que en los próximos años habrá un incremento del 140% en este sector en todo el mundo, lo que traerá consigo la apertura de nuevas rutas. En España se prevé que haya un incremento de los puertos-base, sobre todo en las zonas costeras del litoral gallego y levantino.

En cuanto a estas posibles nuevas construcciones de puertos, la organización no gubernamental Greenpeace ya ha respondido con un informe donde denuncia la falta de sostenibilidad, eficacia y eficiencia de numerosos puertos españoles. A pesar de este estudio y de la evidente destrucción del litoral peninsular promovido en gran medida por el boom inmobiliario el turismo en España sigue siendo un sector clave: representa un alto porcentaje del PIB para algunas comunidades autónomas como Andalucía (11%) o Canarias (20,35%).

En España, los dos grandes focos de actividad dentro del negocio de los cruceros son Barcelona -quinto puerto más visitado del mundo por número de pasajeros- y Baleares. Ambos destinos recibieron más de un millón y medio de cruceristas en los seis primeros meses del año. En 2010, el 77% del turismo de cruceros del Mediterráneo español y el 54% de todo el litoral nacional.

Barcelona y Baleares están entre los 10 primeros destinos del mundo. En los últimos años, no obstante, otra serie de puertos han aumentado considerablemente, como son el de la bahía de Cádiz (36%), Málaga (33%) o Valencia (18,37%).

En el caso de Canarias, sus puertos consiguen mantener una cuota de mercado turístico muy estable durante todo el año, aunque esta aumenta sensiblemente en los meses otoñales. Estas islas consiguen ser el tercer mercado más activo del país, con un total de 819.304 viajeros y un crecimiento medio del 30%.

Para poder satisfacer la demanda, la industria de los cruceros ha tenido que renovarse. El año pasado, el número de pasajeros con salidas desde puertos europeos se situó en 5,2 millones, un aumento del 7,2%. El impacto de esta modalidad turística en la economía es considerable. En 2010 generó una actividad económica valorada en 35.200 millones de euros, entre los que se incluyen 14.000 millones de gasto directo.

En el impacto económico del sector de los cruceros, una parte importante la aportan los astilleros. Pasaron momentos difíciles cuando los países del este de Europa, todavía no integrados en la Unión Europea, entraron en competencia directa con los principales centros de fabricación naval de la zona euro, ofreciendo precios mucho más baratos en la fabricación de los buques navieros.

Sin embargo, los momentos más duros parece que quedaron atrás para algunos países comunitarios, como Reino Unido, Alemania o Italia, que construirán entre este año y 2013 un total de 23 nuevos buques, con una inversión cercana a los 11.000 millones.

Si la crisis económica da una tregua, la previsión es que para 2015 la demanda mundial de cruceros en el mundo alcance los 25 millones. Esto se traducirá en un crecimiento medio anual del 7,7% y parece ser que España está bien posicionada, incluso mejor que EE UU y Canadá.

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