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Reportaje:Estilo de vida

Un carnaval de alto voltaje

Londres se prepara para la gran fiesta de Notting Hill con la sombra de los recientes disturbios - La cita la custodiará un contingente policial mayor que el de la boda real

"El carnaval de Notting Hill es tan popular que la gente celebraría su fiesta callejera aunque yo mismo declarara una fatwa en contra", ha proclamado el alcalde de Londres, Boris Johnson, en vísperas del esperado evento que desde hace más de nueve lustros tiñe de color y música el epílogo del verano en la capital británica. Mientras tanto, residentes de este barrio multicultural por antonomasia dan los últimos retoques a los vistosos atuendos de lentejuelas y máscaras que lucirán en los desfiles de este fin de semana, a los puestos de comida étnica y a los chiringuitos musicales, el mundo oficial se ha aliado con los organizadores del festejo para conjurar una aprensión que está en la mente de todos: el temor a que vuelva a prender la llama de los disturbios que hace apenas dos semanas sembraron la violencia y el caos en la ciudad.

Apagar el rostro más negro de ese Londres arrasado por los asaltos, incendios y pillajes a principios de agosto es la consigna general en la 47ª edición del carnaval, que arranca el domingo en este enclave del oeste aprovechando el puente festivo de finales de mes. Tan vital como el entusiasmo ciudadano va a ser el dispositivo policial que acompañará a las comparsas y que superará en dimensiones al despliegue realizado con ocasión de la boda del príncipe Guillermo y Catalina en abril. "El carnaval es uno de los eventos culturales más importantes de la ciudad, y cancelarlo hubiera tenido un impacto muy negativo en la economía y la propia reputación de Londres", subraya su director, Ancil Barclay.

"Numerosos residentes de Notting Hill", admite Barclay, recelan de que el festival se convierta en un gancho para los camorristas", y se han acercado en los últimos días a los organizadores para pedirles que lo anule. El grupo de mujeres que desde hace meses lleva diseñando y cosiendo en un improvisado taller los trajes de sirena para la mass band (comparsa) Genesis no piensan perdérselo, como tampoco faltarán a la cita las jóvenes Rochelle y Niomi: "Sencillamente adoramos el carnaval, es la fiesta de nuestra comunidad y participamos casi desde que empezamos a andar". Una encuesta realizada por la web YouGov para la revista Time Out revela que el 69% del público respalda la convocatoria en este verano caliente.

Es una de las mayores fiestas callejeras de Europa y logra congregar año tras año a casi un millón de personas en el entramado de calles de Notting Hill, un universo donde cohabitan representantes de todo el tejido social y diversidad de orígenes.

Para el turista de a pie, este punto de visita obligada encarna una imagen especialmente trendy, forjada ante todo en la película Notting Hill. Para los descendientes de aquellos inmigrantes que recalaron aquí en los años cincuenta, procedentes de Trinidad, Jamaica y otras excolonias del Caribe, el barrio representa toda una historia de superación de las barreras raciales y económicas que entonces los etiquetó de personas non gratas. El riesgo de nuevos altercados en el corazón de su carnaval, que nació a modo de catarsis hasta convertirse en 1964 en el festival que hoy conocemos, reviviría las peores imágenes del pasado.

Si el reforzamiento de la seguridad policial ha conseguido en los últimos años una drástica reducción de los actos delictivos, el impresionante despliegue de la presente edición es concebido no solo como un arma disuasoria sino también como un tranquilizante para el vecindario. Unos 20.000 agentes patrullarán por toda la ciudad, aunque el grueso del blindaje estará en Notting Hill. Esta zona no fue el objetivo predilecto de los recientes disturbios de Londres, pero tampoco se salvó de algunos desmanes, como el asalto a un reputado restaurante local por una banda que desvalijó a los comensales, o a unos de los pubs del barrio cuyo propietario se encaró a los agresores armado con un palo de cricket.

Varias jóvenes bailan en la inauguración del carnaval de Notting Hill de 2008.
Varias jóvenes bailan en la inauguración del carnaval de Notting Hill de 2008.SHAUN CURRY (AFP)
El alcalde de Londres, Boris Johnson, con unos participantes en el carnaval, el miércoles.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, con unos participantes en el carnaval, el miércoles.DAN KITWOOD (GETTY) / CORDON PRESSFRANK BARRATT (GETTY)

Más vale prevenir

- Unos cuarenta individuos que la policía considera que podrían causar altercados en el carnaval han sido detenidos (a la izquierda) preventivamente por la policía esta semana.

- El gran escenario de Notting Hill se apagará a las 19.00, porque los organizadores no quieren correr riesgos cuando caiga la oscuridad. Todo lo demás serán dos días de celebración de lo mejor de la multiculturalidad.

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