La lidia en un doble papel

En este mundo del toro suele ser habitual que todo el mundo cumpla varias funciones en la fiesta: los empresarios son ganaderos, los apoderados son empresarios, pero como lo de ayer pocas veces ha ocurrido. Antonio Tejero, subalterno de la cuadrilla de Enrique Ponce, es también el apoderado de David Mora, el sustituto de Iván Fandiño en la tarde de ayer. Así que Tejero sacó chispas a la corrida del día grande de la Aste Nagusia. En el primero colocó dos pares de banderillas vestido con su traje carmesí y azabache; en el cuarto, llevo la lidia de un astado en el que Ponce cortó un trofeo.

Nada más acabar su labor, cambió de actividad y desde detrás de la barrera dio instrucciones a David Mora para que cuajara una buena actuación en el segundo y vio cómo el toledano no estaba entonado con el que hizo quinto.

La terna de hoy tiene la oportunidad de demostrar que quieren ser figuras

Por lo tanto, Antonio Tejero actuó en cuatro toros: en dos en el ruedo y en los otros dos desde el callejón. Una misión incesante, ya que este buen subalterno, que desde 1990 forma en la cuadrilla del diestro valenciano, compagina las tardes en las que torea Ponce con las de Mora, lo que le ha llevado a estar tres días en la presente Aste Nagusia.

Para esta tarde también hay datos curiosos, como el regreso de El Cid en sábado de las Corridas Generales, el día de la semana en que desorejó a un victorino. Lo hace en un cartel muy prometedor. Los toros de El Pilar siempre suelen aportar algún ejemplar que permita el lucimiento de los espadas; por ello, la terna tendrá posibilidad a buen seguro y José María Manzanares ya demostró el martes que no está dispuesto a dejar pasar la oportunidad de conquistar Bilbao, la puerta grande que le falta para una tripleta de ensueño después de salir a hombros en Sevilla y en Madrid.

Mayor incógnita merece Sebastian Castella, poco entonado en sus dos últimas presencias en Bilbao, pero que es capaz de lo mejor y de lo peor. El de Beziers necesita un triunfo importante para levantar una campaña en la que lo más destacado lo ha hecho en plazas francesas.

Además, el hecho de anunciarse en el sábado de la Aste Nagusia supone un reto para calibrar el peso de José María Manzanares en la taquilla. Pasados los días centrales, el penúltimo del ciclo no suele ser una jornada en la que los tendidos ofrezcan una gran entrada; por ello, es destacable el esfuerzo de la Junta Administrativa por reunir un cartel con nombres importantes para esta jornada cercana al cierre. Será un reto para Manzanares y El Cid, que deberán medirse con el cartel de "no hay billetes" colgado el jueves con la presencia de Enrique Ponce y El Juli.

El valenciano demostró ayer el porqué de su tirón en Bilbao. Estética, arte y conocimiento para poner a los tendidos pañuelo en mano pidiendo las dos orejas, que, con buen criterio de la presidencia, quedaron en un solo trofeo. Suficiente aunque los muletazos del de Chiva quedarán en la memoria de los aficionados con el sello de los pasajes imborrables.

Además de en la taquilla, la terna de hoy tiene la oportunidad de demostrar que quieren ser figuras y dar respuesta a la grandiosa faena de Morante del martes y a la emocionada actuación del valenciano ayer.