España y tres países de la UE prorrogan la prohibición de ventas en corto

La situación en los mercados se ha calmado en los últimos días. Aparentemente, porque para llegar a esta tranquilidad tensa ha sido necesario la intervención del séptimo de caballería: el Banco Central Europeo ha tenido que comprar deuda pública de España e Italia y las autoridades bursátiles de Francia, Bélgica, Italia y España prohibieron por 15 días las ventas al descubierto sobre las acciones de los bancos. Vista la eficacia de esta última medida, ayer, un día antes de que concluyera la prohibición, la CNMV prorrogó la restricción. Y, de nuevo, lo hizo de forma coordinada con sus homólogos franceses, belgas e italianos, dirigidos por la autoridad bursátil europea (ESMA, por sus siglas en inglés).

En esta ocasión, sin embargo, la duración de la prohibición varía según el país. En España y en Italia la restricción se extenderá hasta el 30 de septiembre. En Francia, la AMF ha decidido durará hasta el 11 de noviembre. En Bélgica, en cambio, no se ha fijado plazo pero sí ha prorrogado la prohibición.

Las ventas al descubierto o en corto consisten en tomar prestadas acciones para venderlas en el mercado con la confianza de que estos títulos caerán. Entonces, el vendedor recompra los títulos más baratos y los devuelve a su propietario inicial embolsándose la diferencia.

Las caídas no cesan

La desconfianza y los rumores sobre la banca europea propiciaron que este tipo de operaciones se centraran en este sector en los primeros días de agosto provocando grandes desplomes. La restricción no ha detenido el castigo sobre los títulos financieros, pero las caídas han sido mucho menores. Por ejemplo, entre el 1 y el 11 de agosto las acciones de Société Générale perdieron un 33,7% de su valor; desde entonces han cedido casi el 7%.

Con esta prórroga las autoridades bursátiles de estos cuatro países, y las de otros como Grecia que adoptaron la prohibición días antes, ganan tiempo para ver si ve la luz la regulación que se está negociando en el Parlamento Europeo. Entre otras medidas, los eurodiputados negocian que la ESMA pueda adoptar la prohibición de estas operaciones en la Unión Europea, ahora solo puede impulsarlas. Con ello, se impediría que algún mercado quedara al margen de las medidas adoptadas, algo que sucedió hace 15 días, cuando las autoridades británicas no secundaron la iniciativa.