Una remontada de 20 millones

Terminada la ida de la eliminatoria previa de la Liga de Campeones, en la que el Villarreal sucumbió incomprensiblemente ante el Odense (1-0), el mensaje del cuerpo técnico y los jugadores a la salida del estadio Tre-For Park fue unánime: la derrota resultó un accidente, el conjunto danés tiene escaso potencial y el Villarreal es netamente superior y lo demostrará esta noche en El Madrigal (20.45, TVE-1), donde la historia debe cambiar para que todo siga igual en el club que preside Fernando Roig.

Seis largos días han pasado desde el tropiezo, sin competición de Liga, sin nada que desvíe la atención o distraiga, y en el Villarreal se respira esperanza y tensión a partes iguales. Tal es así que desde el club se ha hecho un llamamiento a la afición para que abarrote el feudo amarillo, editando un vídeo con imágenes del encuentro en Dinamarca, momentos dulces del curso anterior y del mejor pasado del Villarreal, con un mensaje alentador y de arenga. "Nos hemos esforzado mucho para llegar hasta aquí. El tropiezo no significa la caída. Sí, se puede. Viviremos una noche épica".

El Odense, el conjunto con peor coeficiente UEFA de los que disputan el último escalón para acceder a la fase de grupos de la Champions, requiere un sobreesfuerzo para un Villarreal que tendrá que encontrarse a sí mismo, recuperar el estilo de siempre y que los Borja Valero, Cani, Rossi y Nilmar tengan más acierto del que tuvieron en Dinamarca.

La eliminatoria anterior del Odense, apeando al Panathinaikos al vencer en Atenas (3-4) remontando un 2-0 en contra, también resulta un mensaje inquietante para el grupo de Juan Carlos Garrido, ansioso también, al igual que algunos futbolistas, por conocer el glamour que acompaña a la máxima competición de clubes en la que para el Villarreal supondría su tercera participación.

Para la entidad castellonense, sin embargo, la cuestión deportiva o el prestigio internacional son valores añadidos cuya importancia queda solapada y en un segundo plano comparada con el beneficio económico que reporta la bondadosa Champions. Lo sustancial y verdaderamente importante son los 20 millones que recaudará el Villarreal si se mete en la élite europea. Paradójicamente, un millón más de lo recaudado del Málaga por desprenderse de Cazorla, el futbolista franquicia, la referencia del vestuario y el jugador que daba sentido y color al estilo del Villarreal en las últimas temporadas. El recelo de la afición amarilla por la marcha del centrocampista asturiano aconsejó a Roig a salir a la palestra para justificar la venta de la joya de El Madrigal.

Con la venta de Cazorla, Altidore, Cristóbal y Matilla, el Villarreal ha recaudado 24 millones. De ellos, ha destinado algo más de nueve a los refuerzos con el exosasunista Camuñas (2,3) y el central Zapata (7). Precisamente el defensa colombiano, llegado del Udinese, propició con su error en la cesión a Diego López el gol del Odense causante de todos los desvelos amarillos. Hasta el punto de poner en cuarentena el fichaje de De Guzmán, el centrocampista canadiense del Mallorca por el que suspira Garrido para aliviar en parte la ausencia del añorado Cazorla. El Villarreal necesita una remontada valorada en 20 millones.