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IMPUESTO A LAS TRANSACCIONES FINANCIERAS | La crisis financiera

El último intento de resucitar la 'tasa Tobin' en la zona euro

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La responsabilidad del sector financiero en la mayor debacle económica en décadas resucitó la exigencia de gravar su actividad en todo el mundo con un doble objetivo: penalizar las operaciones especulativas y evitar que el contribuyente pague la cuenta del estropicio. Desde entonces, distintas fórmulas para actualizar la tasa Tobin (bautizada así por James Tobin, el economista que la ideó para el mercado de divisas), han muerto en la orilla del G-20.

Alemania y Francia, firmes partidarios de la propuesta, quieren ahora reflotar la idea, aunque limitada a la zona euro. Habrá que esperar solo unas semanas para conocer los detalles, pero el Parlamento francés aprobó en junio una iniciativa que puede servir de guía: una tasa del 0,05% a la compraventa de todo tipo de productos financieros (acciones, bonos, derivados o divisas). Es una fórmula muy similar a la que defienden las ONG o un buen puñado de reputados académicos. Con este mecanismo, la recaudación en la UE podría llegar a unos 200.000 millones de euros al año, según cálculos de la Fundación Ideas.

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La Comisión Europea, que ha propuesto un mecanismo similar para financiar el presupuesto comunitario a partir de 2018, se sube al carro y planteará extender la iniciativa ya a toda la UE. Reino Unido y el Banco Central Europeo se oponen, con el argumento habitual: si no se aplica en todo el mundo, hay riesgo de que las entidades financieras desplacen su actividad fuera de Europa. Al fondo, una nueva cumbre del G-20 (en Francia, el próximo mes de noviembre) para zanjar la cuestión.

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