La mejor industria de agosto
Las aportaciones populares mantienen las verbenas pese a la merma de fondos públicos
En un verano tan agitado en los mercados mundiales, y con tantas preocupaciones por los vaivenes interminables de la crisis, parece que hay una burbuja que se mantiene aislada del resto del mundo: las verbenas y las orquestas de Galicia. Las fechas de las semanas centrales de agosto son las del tope máximo del caché, las del círculo rojo en el calendario, como el largo fin de semana que concluyó ayer, con todo el país recorrido por una incesante verbena.
El listado cedido por una comisión de fiestas del sur de Galicia muestra los precios máximos de las primeras orquestas del ranking. París de Noia o Panorama marcan una minuta de 22.000 euros si alguien quiere permitirse el lujo de tenerlos tocando en su localidad.
Hay pueblos de 1.000 habitantes que se gastan hasta 100.000 euros en las fiestas
"Si esto va mal, se quedan en paro miles de personas", dice un representante
A pesar de los precios, los calendarios no dejan lugar a dudas sobre la demanda de estas formaciones. Este mes la orquesta Panorama sólo tiene dos fechas libres, y París de Noia unos cuatro días. "A veces cae alguna fecha porque en el recinto no entra el escenario, pero enseguida la recuperan", comenta Néstor Bugarín, uno de los múltiples agentes que la agencia de espectáculos Lito tiene por toda Galicia. Los meses de agosto están tan solicitados que estas dos orquestas ya tienen cubiertas muchas fechas del calendario de 2012, e incluso todos los fines de semana de agosto de 2013. Un sábado de este mes, el próximo año, se podrían pagar unos 23.000 euros por tener a alguna de estas formaciones, pero los precios pueden variar. "Una fiesta promedio de tres días en julio o agosto, con seis orquestas, tres de ellas de las mejores, no baja de unos 60.000 euros, pero la segunda semana de septiembre puede salir por un 20% menos", explica Bugarín, que estas fechas trabaja a tope dando cobertura a las orquestas que representa.
París y Panorama son las punteras, pero tras ellas hay un grupo de unas diez orquestas, en el que están Olympus, Philadelphia, Aché, Satélites, Capitol o Gran Parada, que no se mueve en estas fechas por un caché inferior a 15.000 euros. El pasado fin de semana, la fiesta de A Fervenza, en Mazaricos, reunió en el mismo cartel a París y Panorama en el sábado central de agosto, el sueño de cualquier comisión de fiestas. "No fue caro porque lo habían contratado hace un par de años con las tarifas de aquel momento y rondó los 30.000 euros", explica José Manuel Túñez, el agente que representa a estas orquestas en esa zona.
Cuando empiezan a aflorar los datos de los cachés y los precios que alcanza una verbena, se plantea una pregunta inevitable en el contexto actual: ¿y aquí no hay crisis?. "Las comisiones consiguen menos ingresos de las empresas pero creo que los donativos particulares se mantienen. Las comisiones son serias, pagan puntualmente y hasta dejan superávit para la comisión siguiente", comenta Néstor Bugarín sobre la zona en la que trabaja habitualmente, en la provincia de Pontevedra. Sin embargo, su compañero Jose Manuel Túñez hace una matización: "Una cosa son comisiones particulares y otra los ayuntamientos, que se nota mucho cómo reducen las partidas y bajan la contratación". Para Túñez, la crisis no se percibe a mediados de agosto ni en las grandes orquestas, pero si en otros aspectos. "No todos son Panorama y hay muchas orquestas que han quedado muchos días en casa este verano, algo que antes no pasaba", puntualiza este representante de Noia.
La crisis parece no menguar el ritmo recaudatorio de las comisiones, algunas de parroquias que no llegan al millar de habitantes y tienen verbenas en agosto cuyo presupuesto se aproxima a 100.000 euros. Cada parroquia se las ingenia para conseguir cantidades de dinero que parecen inalcanzables en comparación con su núcleo de población. El caso de Caldelas de Tui, que no alcanza el millar habitantes, puede ser un buen ejemplo medio. El último fin de semana de agosto celebran las fiestas de A Rocha, en un paraje a orillas del Miño. Cuatro días de fiesta, ocho de las mejores orquestas, y un presupuesto que ronda los 60.000 euros. "El dinero se recauda con mucho sacrificio personal de la comisión que trabaja todo el año", dice Walter Gándara, el presidente, que espera completar la financiación con cuatro apartados. "Una parte sale del donativo de los vecinos, otra de cuotas de atracciones y puestos, otra de fiestas y sorteos que hacemos todo el año, y la última de rifas y aparcamientos los días de la fiesta", desglosa Gándara, que esos días siempre mira para el cielo "porque si llueve habría déficit y se irá todo al garete". Como reflexiona José Manuel Túñez, "mejor que vaya bien la verbena, porque si no se va el país a pique y miles de personas al paro". Por lo menos, hasta 2013 ese no será el caso de París y Panorama.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.