Volar sobre dos ruedas
La lluvia empaña el festival de cultura urbana 'O Marisquiño'
Media hora antes de la prueba, prevista para las cuatro de la tarde, el público tomaba posiciones para ver de cerca el vertiginoso descenso en bicicleta de montaña por el Casco Vello vigués. Se trata de un de las modalidades deportivas más espectaculares y arriesgadas del festival de deporte y cultura urbana O Marisquiño, que ayer cerró su undécima edición, tras tres días de concurso, exhibición y música.
A pocos metros de la meta, la expectación aumenta y el número de cámaras apuntando a los noventa corredores es considerable bajo el toldo de la turística calle de las Ostras. Los peldaños que bajan de A Pedra hasta Teófilo Llorente desafían la concentración de los participantes, que alcanzan los 40 kilómetros por /hora. Aquí es donde se pueden arañar unas décimas que quizá signifiquen hacer o no podio. Y hay dos rampas antes del final. Hay que tener la cabeza fría. "O caliente, no sé qué es preferible, porque esto es muy peligroso", comenta Ángel, ciclista profesional de Durango que está de vacaciones. Los comentarios técnicos son frecuentes en este tramo, donde se concentran varios grupos de pilotos que vienen a presenciar el descenso, única disciplina del evento con participación femenina: dos chicas entre un millar de inscritos.
Unas gotas sorprendieron a los quince últimos corredores de la primera manga. Pero los de la segunda se las tuvieron que ver con un chaparrón que se convirtió en lluvia persistente durante las dos horas siguientes. Si ya era difícil en seco, la combinación de velocidad, agua y trazado complicado fue la peor de las opciones. Los primeros clasificado, Aaron Caballero y Eva Castro, pudieron con todas las complicaciones. .
La aparición del chubasco, por primera vez en la historia del certamen, obligó a modificar la programación al aire libre de la jornada de clausura. La competición de breakdance se realizó dentro del hotel Bahía, y el resto de pruebas se suspendieron, por lo que se mantuvieron los resultados del sábado, cuando quedaron ganadores Narán en Bmx, y Cristian Estrada en skateboard. El aguacero también frustró la final de dirt jump, una modalidad de bicicleta que consiste en realizar saltos y acrobacias sobre montañas de tierra. Ahí ganó el favorito, Andreu Lacondeguy, capaz de salvar desniveles de 30 metros. Este catalán de 22 años, profesional desde los 15, se entregó a las piruetas cuando empezó a "perder carreras por hacer trucos". Su exhibición en Vigo, en la tarde del sábado, queda para el recuerdo. Según confesó, si por él fuese, hubiese repetido ayer bajo la lluvia.
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