"¡Bienvenido a casa!"
Reticente a perder a Cesc, su jugador capital, el Arsenal ha presionado al Barcelona de todas las maneras, como inscribiéndole en la fase previa de la Champions y, ayer, otorgándole el dorsal 4 con vistas a la temporada que comienza este fin de semana en la Premier. En el vestuario del Barça, enterados de las negociaciones de primera mano -hay varios futbolistas que son amigos íntimos suyos-, ya desvelaron desde buena mañana lo que iba a suceder durante la jornada. "Hoy va a ser un gran día", anunció Piqué vía Twitter. "Las cosas están muy avanzadas", añadió Valdés en la rueda de prensa, "y se ficha a un jugador hecho aquí, contrastado y con talento, uno de los mejores centrocampistas del mundo". Puyol, también a través de las redes, retomó el discurso. "¡Bienvenido a casa! Contento de tenerte aquí". Mensajes de alegría, mensajes de amigos.
Pero desde el Barça no se valora la amistad, sino las cualidades del futbolista. "Eso no se le discute", intervino Mascherano; "por algo ha sido capitán de un equipo tan importante como el Arsenal".
En la selección española, en el pasado Mundial, los azulgrana ya fueron claros. "Es un líder, no un cualquiera", comentó Xavi, "y creo que encajaría perfectamente aquí". A lo que Pedro agregó: "Porque es uno de los nuestros". Tanto que Valdés, con una sonrisa de oreja a oreja, remató ayer la jugada: "En el fútbol puede pasar de todo, pero no me imagino este Barcelona sin Cesc".
