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Bronca en las perreras de Valencia

La protectora de animales acusa al Ayuntamiento de no pagar desde abril

Pablo Ferri

La Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas salió ayer al paso de las críticas del Ayuntamiento de Valencia y defendió que si no ha gestionado mejor los refugios municipales es porque el Gobierno local paga poco y tarde. Su portavoz, Yolanda Climent, explicó que el Ayuntamiento ha reducido la subvención en 215.000 euros respecto al año pasado y que los últimos pagos que han recibido corresponden a los meses de marzo y abril. Así, recordó que dejarán de gestionar los centros municipales de acogida de animales a partir de septiembre porque "el trabajo resulta ya imposible".

La concejal de Sanidad, Lourdes Bernal, criticó por su parte la "falta de solvencia" de la protectora ya que, en su opinión, no tramita las facturas adecuadamente, asunto que motiva los retrasos en los pagos de los que hablaba Climent. Bernal indicó que esta misma semana la entidad recibió 70.564 euros correspondientes a marzo y abril y que solo faltan por pagar dos facturas. La edil lamentó además que las "luchas internas" en la junta directiva de la protectora hayan precipitado su decisión de abandonar la gestión de las perreras, aspecto que relacionó con la pérdida de calidad del servicio. "Hasta la llegada de la actual directiva, las entradas y salidas de animales se llevaban con muchísima responsabilidad y compromiso, pero ahora es un absoluto caos y la situación es insostenible", concretó.

La entidad cree que el Consistorio les perjudica por echar al anterior gerente

La concejal de Compromís Consol Castillo despreció cualquier acusación del Ayuntamiento y achacó las críticas de Bernal a una "estrategia de confrontación". Castillo entiende que el Ayuntamiento les "ha asfixiado económicamente" por el asunto del gerente. Climent explicó que Bernal ímpuso a "un amigo personal" al frente de la protectora y que este se marchó a principios de año, momento desde el cual las relaciones se tensaron. "El Ayuntamiento no quiere saber nada de los animales", continuó Climent, "nos acusan de ladrones, de gestionar mal, cuando se han pagado de nuestro bolsillo medicamentos y comida". Climent añadió que si hay socios de la protectora que no están de acuerdo con la gestión, asunto que también ha llegado a sus oídos, "que dejen de serlo y ya está. Somos una protectora, nada más". Bernal les exigió "dar las oportunas explicaciones a sus socios y reconocer los errores cometidos respecto de su gestión, con sinceridad, para dejar de tergiversar la realidad". Consol Castillo pidió a Bernal que "deje de desacreditar" a la protectora y "frene la estrategia de persecución política" que ha urdido. Castillo dijo que "desde el día que la protectora prescindió del gerente que el Partido Popular les había impuesto, Lourdes Bernal se ha dedicado a desprestigiarlos hasta llegar a la situación actual".

La marcha de la entidad de las perreras municipales deja en el aire la situación de los empleados. De los 20 trabajadores que laboran para la protectora, nueve se quedarán sin trabajo. Los demás se encargarán del refugio que mantienen en San Antonio de Benagéber. Su intención, además, es llevarse a los animales allí, lo que implicará más problemas aun: solo en Benagéber alojan a más de 500 animales.

La protectora critica también que el Ayuntamiento no tramita los expedientes de abandono que tramitan a lo largo del año. En 2010 pasaron 25 y este año ya llevan 14. Climent explicó que hace poco recogieron a un perro con sarna y averiguaron, por el microchip, que su dueño era de Massanassa. Pasaron el expediente al Ayuntamiento de la localidad y este le impuso al propietario una sanción de 3.000 euros.

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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