La Blanca pone su punto final
Vitoria se despide por todo lo alto de su fiesta más emblemática después de seis días de juerga ejemplar
Con el final de las fiestas de La Blanca llega también para algunos el momento de los arrepentimientos. "¿Que si me he quedado con ganas de decirle algo a alguna chica? Yo no, porque tengo novia, pero preguntále a mis amigos, que creo que se han quedado un poco con hambre", afirmaba ayer, en nombre del género masculino, Alain, de 22 años, miembro de la cuadrilla de blusas Zoroak. "Tu padre", replica inmediatamente uno que se siente aludido. En general, parecen satisfechos con los seis días de juerga de campeonato que terminaron anoche.
"Cómo se nota que es el último día", se lamentaba una mujer vestida de neska en una de las terrazas que da a la Plaza de la Virgen Blanca, a unos metros de la exhibición de Street Flow, un grupo de breakdance que congregó todas las tardes a cientos de personas con sus acrobacias. No parecía irles mal el negocio cuando se les veía pasar la gorra.
Maroto hace hoy el balance de sus primeras fiestas como alcalde
"Para mí ha ido regular. Está la peña sin un duro", resume por su parte Javi, guitarrista, sevillano y melenudo practicante con barba de estar varios días sin afeitarse. "No tiene nada que ver el nivel de vida con lo que echa la gente. También es que somos muchos [artistas callejeros] en un espacio mu pequeño. Y no le van a echar a todo el mundo", reconoce. A él le da para autofinanciarse la fiesta, aunque no quiere dar detalles, por si llega a oídos de Hacienda.
Ganas de que termine todo tenía también el dispositivo especial de la DYA, que atendió las urgencias que iban surgiendo a lo largo de la jornada. Los presentes, con cara de "por favor, que esto termine rápido", confirmaron que las fiestas de este año han sido ejemplares, con pocos heridos. El momento de mayor tensión fue sin duda el chupinazo y la bajada de Celedón, en el que las botellas de vidrio rotas forzaron que más de un centenar de personas fueran atendidas in situ.
Los que han servido copas día y noche al ejército de blusas y neskas que han invadido las calles también quieren que alguien guarde a Celedón en un armario hasta el próximo año. Ainhoa, 28 años, y Zura, un joven con antebrazos del tamaño de un melón, bendicen que sea el último día. El periodista tira del topicazo preguntando si los blusas han sido muy pesados intentado ligar con ella. Zura lo confirma -"me estaba contando eso precisamente"- mientras que ella lo niega: "Es mentira ¿Cómo voy a salir yo diciendo eso en EL PAÍS? Se han portado muy bien".
Y la fiesta terminó en el mismo lugar donde todo comenzó el día 4 a las seis de la tarde. Anoche, Celedón subió al campanario de la iglesia de San Miguel para poner fin a seis días de ceelbración . Las txosnas despidieron su programa de conciertos con las actuaciones de Joseba Irazoki, Johnny & Joseph Plays the Basque Country, Bad Sound System y la banda de hip hop Kodigo Norte.
El alcalde, Javier Maroto, que ha vivido sus primeras fiestas al frente del Ayuntamiento, ofrecerá hoy su balance.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.