"¿Quién quiere fútbol con esta crisis?"

Se reunieron por la mañana con la policía metropolitana y el Gobierno para tratar de buscar una solución de urgencia. Pero la frase, tan repetida como expresiva y contundente, resolvió las pocas dudas que restaban. "No podemos garantizar la seguridad", trasladó David Berstein, director ejecutivo de la FA (asociación inglesa de fútbol). Suficiente razón para suspender el partido amistoso previsto para hoy entre Inglaterra y Holanda. Los disturbios, incontrolables hasta el momento, dañan la imagen de la ciudad y a buen seguro tendrán repercusiones en un futuro inmediato; Londres albergará dentro de un año los Juegos Olímpicos.

La policía no llega a todas partes. Por más que se desdoble, Scotland Yard no podría domar a 90.000 personas que caben en el nuevo estadio de Wembley y a las muchas más que, presumiblemente, se sumarían con ganas de pillaje y vandalismo que azota al país. "Se anula el amistoso. Bien hecho. ¿Quién quiere fútbol con esta crisis?", señaló a través de Twitter el capitán de los pross (la selección inglesa), Rio Ferdinand. "¿Por qué la gente hace esto a nuestro propio país? Es vergonzoso. Parad ya", apostilló Rooney, el delantero, también del Manchester United. "No puedo decir exactamente a los jóvenes qué hacer, pero robar, quemar casas y saquear tiendas no resuelve nada", remató Ferdinand.

"El daño comercial será de millones", afirma un directivo holandés

Buena muestra de este vandalismo se dio en el barrio de Haringey, donde está el estadio de White Hart Line y las taquillas del Tottenham, destrozadas e inservibles para la venta de entradas al público y, sobre todo, inseguras. "Por el momento, se suspenden las visitas al estadio", señalaba la página web del club, aunque abría la posibilidad a hacer las compras por Internet, toda vez que, aunque tambalea, aún no se ha suspendido el duelo que abre la Premier entre los Spurs y el Everton. Con el amistoso ante Holanda, sin embargo, no hay vuelta de hoja.

"Es una decisión decepcionante pero sensata", intervino el director general de la FA, Adrian Bevington. "El daño comercial será de millones [se habían vendido 70.000 entradas y desde la federación ya han advertido que se devolverá íntegramente el dinero], pero esperamos llegar a una buena solución", señaló Bert van Oostveen, directivo ejecutivo de Holanda, consciente de que la seguridad es lo primero. Un argumento que han entendido como prioritario otros clubes, que ya han pospuesto cuatro encuentros de la Copa de la Liga: West Ham-Aldershot, Crystal Palace-Crawley, Bristol City-Swindon y Charlton-Reading. También se suspendió el Ghana-Nigeria, que se iba a disputar en Vicarage Road, estadio del Watford. En vilo, pero en pie, se mantenía la competición de críquet (Inglaterra ante India) en Birmingham, un torneo de voley playa olímpico y el campeonato mundial de Bádminton, en el Wembley Arena. Respecto a la Premier, "cada partido en Londres está sujeto a evaluación", matizó un portavoz de la policía metropolitana.

Los incidentes se producen un año antes de que comiencen los Juegos Olímpicos en la capital inglesa. "Sabemos el nivel de trabajo y de planificación que hay detrás de Londres 2012", señaló el responsable de comunicación de los Juegos, Darryl Seibel; "Esto no es un reflejo de Londres, sino del mundo en que vivimos hoy en día".