Una nueva investigación sitúa la fosa de Lorca a 400 metros del lugar excavado
Nueve piedras marcarían el enterramiento en el sitio que quiso abrir Garzón
El 24 de agosto de 1978, Manuel Castilla, conocido como Manolillo el comunista en Alfacar, llevó a Gibson al lugar en el que supuestamente enterró al poeta García Lorca, a dos banderilleros anarquistas y a un maestro de escuela. "Es aquí. Un metro arriba o abajo", le dijo señalando un olivo. Gibson grabó esa conversación, que puede consultarse en el archivo del Patronato García Lorca, y sobre ella se construyó la mitología del parque de Alfacar y la búsqueda de la fosa, cuyos trabajos terminaron sin éxito en diciembre de 2009.
Un grupo de investigadores encabezados por el historiador malagueño Miguel Caballero y el arqueólogo aragonés Javier Navarro Chueca ha elaborado un informe que será presentado a la Junta de Andalucía el próximo septiembre, con el propósito de hacerla "recapacitar" y que se base "en documentación seria y rigurosa" para finalmente ubicar las fosas del paraje entre Víznar y Alfacar.
El estudio está encabezado por el historiador malagueño Miguel Caballero
Un estudio sobre el terreno realizado por Navarro, vicepresidente del colegio aragonés de arqueólogos, y su equipo sitúa la fosa en el Pago del Peñón Colorado, a pocos metros del antiguo campo de instrucción. "No es una noticia nueva, no estamos descubriendo el lugar donde está enterrado. Esta ubicación está en las principales referencias históricas, basta con leer con detenimiento las distintas fuentes", explicó Caballero. "En un primer momento Garzón pretendía buscar en este lugar, pero luego la Junta de Andalucía se dejó asesorar por un comité de sabios que optó por la ubicación de Gibson sin contar con Gibson".
El estudio se ha basado en la situación de las piedras de la zona. "Están alineadas de una forma anormal, lo que es muy común en los parajes donde hay fosas de la Guerra Civil", aclaró Navarro, que ha participado en la apertura de más de treinta fosas y que fue el primero en dirigir una excavación de este tipo en Aragón por encargo de la Asociación Nacional para la recuperación de la Memoria Histórica. "Delimitan claramente un espacio, es un caso típico", explicó el veterano arqueólogo.
Unas nueve grandes piedras habrían sido colocadas alrededor de un pozo ciego que fue abierto tratando de encontrar agua para el ganado. "Lo abrió el propietario de la finca El Pepino, que estaba junto al campo de instrucción, al otro lado de la carretera. Cuando empezaron los fusilamientos lanzaron los cuerpos allí, una capa de cadáver y otra de tierra", comentó ayer Miguel Caballero mientras enseñaba imágenes tomadas por la aviación estadounidense en los años setenta en las que todavía puede verse cómo el terreno había sido alterado.
Por su parte, Navarro explicó que a simple vista puede reconocerse con facilidad que ahí hay una fosa importante. "No ha habido trabajos agrícolas, que son los que más dificultan encontrar este tipo de enterramientos. Partiendo de esa base, basta con ver el hundimiento de una parte de la tierra y su cambio de color.
Por su parte, Miguel Caballero ha aportado al informe la documentación histórica que avala la posibilidad de que entre los que fueron allí enterrados se encuentre García Lorca. "No hay más que escuchar la cinta grabada por Gibson. En el minuto 30 y 33 segundos el comunista dice que allí fue donde le indicaron a él. Entonces Gibson se indigna y le pregunta que cómo, que si no había dicho antes que lo enterró él con sus propias manos. En opinión de Caballero, la mejor investigación sobre la muerte del poeta fue la elaborada por Eduardo Molina Fajardo.
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