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El terral lleva la alerta a Málaga

Todas las provincias excepto Huelva toman medidas contra el calor y el viento

Las altas temperaturas y el terral, un fenómeno por el que llegan a Málaga vientos calientes del desierto y aumenta el nivel de humedad provocando una sensación de calor asfixiante, encendieron desde ayer la alerta naranja en Antequera (Málaga). Los termómetros se han disparado en todo el territorio andaluz, llegando a declararse la alerta amarilla en Sevilla, Córdoba, Jaén, Granada, y Almería. La Agencia Estatal de Meteorología anuncia que las temperaturas alcanzarán los 39 grados en algunas zonas costeras durante la mayor parte del día, y los vientos serán de más de 70 kilómetros por hora, por lo que se mantendrá el nivel de alerta en casi toda la región por lo menos hasta el miércoles. Cádiz también está desde hoy en alerta amarilla por los fuertes vientos costeros.

Las temperaturas alcanzarán los 39 grados a lo largo de hoy y mañana

El nivel amarillo significa que no hay riesgo de salud para la población en general, pero sí para determinados sectores (niños, ancianos y enfermos crónicos). El protocolo que sigue la Consejería en las situaciones de alerta consiste en un incremento de la información y emisión de consejos sanitarios a la población de riesgo y a sus cuidadores, así como el mantenimiento del control y seguimiento de estas personas a través del servicio Salud Responde (902 505 060), disponible las 24 horas para informar a los ciudadanos.

Frente el ascenso de las temperaturas, Salud recomienda seguir unas sencillas medidas preventivas de hidratación y alimentación, y evitar la exposición al sol así como hacer ejercicio físico durante las horas centrales del día. Mantener la casa a una temperatura suave, llevar ropa ligera y conservar los medicamentos en lugares frescos y secos son algunos de los consejos que se deben llevar a cabo por toda la población. La consejería hace especial hincapié en los pacientes que estén siendo tratados con diuréticos, neurolépticos (antipsicóticos) o barbitúricos, ya que desestabilizan la temperatura corporal y por lo tanto la sensación de calor, lo que reduce la necesidad de beber agua y puede producirse la deshidratación en algunos pacientes.

Una mujer se refresca con el agua salida de los aspersores de la Alameda de Hércules (Sevilla).
Una mujer se refresca con el agua salida de los aspersores de la Alameda de Hércules (Sevilla).JOSÉ MANUEL VIDAL (EFE)

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