Emilio Llamedo, alma del Sella

Mañana, a las doce en punto de la mañana, cuando en Arriondas se termine de cantar el himno de Asturias, 967 palistas saldrán corriendo hacia el agua en busca de su piragua para coger una buena posición en la carrera, miles de personas vitorearán el arranque de la prueba y decenas de miles pasarán un fin de semana de fiesta en torno a la 75º edición del Descenso Internacional del Sella. Apenas unos pocos sabrán que, si están allí, es en gran parte gracias al trabajo que durante 28 años lideró Emilio Llamedo Olivera, que convirtió los 20 kilómetros fluviales que separan Arriondas de Ribadesella en una cita imprescindible para el piragüismo internacional y en una espectacular fiesta popular.

Emilio Llamedo falleció el pasado día 30 a los 71 años de edad, justo una semana antes de que se celebre la prueba a la que había dedicado gran parte de su vida. Nacido en Arriondas, Llamedo fue palista -logró un tercer puesto en la prueba en 1962- y alcalde, por UCD, entre 1978 y 1979.

En 1982, fue elegido presidente del comité organizador del Descenso del Sella y se marcó el objetivo de inculcar a las nuevas generaciones el espíritu de la prueba: el deporte puro combinado con la fiesta popular. Si Dionisio de la Huerta pasó a la historia como la persona que puso en marcha la carrera, Llamedo lo hará como el que la hizo internacional y mantuvo sus valores. Además, logró que Televisión Española, durante más de 20 años, retransmitiera en directo una prueba de piragüismo, un sábado de agosto y por la mañana. Casi nada.

Ataviado con su chaleco y la montera picona, acompañaba al pregonero del Descenso momentos antes de la salida y estaba en Ribadesella, un rato después, para recibir al ganador de la prueba. Su trato con los palistas era muy cercano, todos le respetaban y le consideraban uno de los suyos. Recibió multitud de condecoraciones por su trabajo, entre las que destacan la medalla de plata del Consejo de Gobierno del Principado de Asturias y el ingreso en la Real Orden del Mérito Deportivo, en categoría de medalla de plata, concedida por el Consejo Superior de Deportes.

El Descenso del Sella, con el paso de los años, se fue convirtiendo en una muestra del carácter de Llamedo: sencillo, humilde y natural. Con una organización casi familiar, quizá sea la competición de piragüismo que más público reúne en el mundo.

El sábado, como ha venido pasando desde hace 75 años el primer sábado de agosto que no caiga en día 1, habrá desfile en Arriondas, miles de personas se pondrán el collar de papel tradicional de las piraguas, algunos rezarán para que se cumpla lo que dice el pregón, en el que don Pelayo da permiso para besar y abrazar "a las mozas que lo quieran y se dejen", y los palistas lucharán por llegar en primer lugar a Ribadesella. El sábado, como desde el día en que nació, Emilio Llamedo estará presente, ya que sus cenizas serán vertidas al río Sella, el río que le vio nacer y al que dedicó casi toda su vida. No podía ser de otra forma.