Carboneras abre el grifo del mar
La nueva conexión de la desaladora garantiza el suministro a 150.000 personas
La desaladora de Carboneras (Almería) empieza a cumplir verdaderamente el objetivo por el que fue creada. Proyectada por el último gobierno del PP de José María Aznar e inaugurada en julio de 2005 por la entonces ministra de Medio Ambiente, la socialista Cristina Narbona, ha funcionado tan solo a un 20% de su capacidad durante estos años. El principal motivo era la ausencia de conexiones desde la estación de impulsión hasta los municipios con déficit hídrico. A partir de ahora y en función de la demanda, esta cifra deberá ir en aumento con la puesta en funcionamiento de las conducciones de la desaladora hasta diez municipios del Levante: Bédar, Carboneras, Los Gallardos, Garrucha, Mojácar, Turre, Vera, Albox, Cuevas del Almanzora y Huércal-Overa. En suma, se satisface la demanda de unos 150.000 habitantes, pero al ser, en su mayoría, municipios de gran atractivo turístico, la cifra de beneficiarios se incrementa en verano hasta los 250.000 usuarios.
Aguilar destaca los beneficios que esta obra proporcionará a la agricultura
Todos ellos "van a ver cómo pueden abrir con tranquilidad su grifo" garantizó ayer la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), Rosa Aguilar, quien insistió en los beneficios que esta infraestructura supone en la agricultura para "optimizar" los recursos y fomentar "oportunidades para crear riqueza y empleo".
Las conexiones que inauguró ayer la ministra conectan la desaladora de Carboneras con la del Alto Almanzora y han sido ejecutadas por la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) en dos fases. La primera, de 47 kilómetros de longitud y una capacidad de transporte de hasta 15 hectómetros cúbicos, transporta el agua hasta el sistema de suministro existente, conectando con la planta potabilizadora que sirve a los diez municipios beneficiarios del Levante almeriense. Esta obra dispone de un nuevo depósito de regulación de 35.000 metros cúbicos ubicado en la pedanía de Sopalmo, en Mojácar.
La segunda fase se inicia en la desaladora del Bajo Almanzora y, tras 18 kilómetros de conducción, concluye en el nuevo depósito de regulación de 28.000 metros cúbicos que se encuentra en las proximidades de la Estación de Tratamiento de Cuevas de Almanzora.
El sistema se completa con otras actuaciones posteriores, como las conexiones desde la conducción Carboneras-Almanzora a los depósitos del Levante almeriense -en ejecución-; la conducción entre la Balsa del Jabonero y los Llanos de Almería -en proceso de licitación-, y la conducción entre la Venta del Pobre y el Campo de Tabernas, cuyos proyectos y trámites ya han sido completados.
La desaladora de Carboneras fue valorada hace dos años para acabar con la sequía que sufrió Barcelona, donde se pretendía transportar agua desalada en barcos. Finalmente, no se llevó a efecto, pero la partida licitada se destinó a las obras de ampliación del Puerto de Carboneras.
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