El chico que solo quiere jugar y jugar
A Paco Alcácer (Torrent, Valencia; 1993) ni le gustó ver partidos de pequeño ni tuvo ninguna clase de ídolo. Así que jamás pidió un autógrafo. Durmió, sin embargo, con un balón como si fuera un apéndice de su cuerpo. Siempre ha querido jugar por encima de todo. Ante la posibilidad de ser suplente en el primer equipo del Valencia o titular en el filial, en Segunda B, prefiere mil veces el Mestalla. De ahí que, cuando, en la final del Europeo sub 19, ante la República Checa, entrara en el minuto 53, con el resultado en contra, ofreciese un recital de remates (siete) y los goles (dos) que otorgaron el título a España. Solo quiere divertirse.
Tímido hasta la exageración, es casi imposible verlo en alguna imagen de la celebración. Es introvertido como su padre, Paco, trabajador del campo y futbolista frustrado. Mucho más extravertida es su madre, Inma, empleada de la CAM en la oficina de Torrent, que alucinó en mayo pasado cuando Nike ofreció a su hijo un contrato de cinco años por una cantidad muy elevada a cambio de explotar su imagen. Alcácer es un "xiquet vergonyós
Prefiere mil veces ser titular en el Mestalla que suplente en el primer equipo
", según su entorno, a pesar de haber tenido que espabilarse al llegar a la escuela del Valencia con 12 años, siempre goleador, internacional desde sub 16, tras superar el miedo infantil a los choques con los contrarios. En su casa no consiguieron que aceptara otros regalos que "los balones de los chinos".
"Lo mejor de Alcácer son los desmarques, los controles y la definición", lo retrata Vicente Mir, su entrenador el curso pasado en el Mestalla, en el que marcó 28 tantos, contribuyendo a su ascenso a Segunda B.
Al campeonato de Rumanía acudió algo desmoralizado: iba de suplente de Morata pese a que el año anterior había sido el máximo goleador del sub 17 en Liechtenstein, con seis tantos, en el que España perdió la final ante Inglaterra. Esta vez entró un rato frente a Bélgica y marcó, pero se lastimó tras un pisotón y nadie creía que fuera a disputar la final. El marcador en contra obligó al seleccionador, Ginés Meléndez, a recurrir a él.
Tras su actuación en la final del Europeo, el Valencia ya lo ha citado para un partido amistoso con el Liverpool el sábado en Anfield. Firmó un contrato a los 14 años y le quedan dos más en el club de Mestalla. "Era un boniato y ya tenía un contrato", cuentan en su entorno. Así que del Valencia no se irá por dinero, pero tampoco quiere estar en un banquillo lujoso.
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