El contrato de Imbroda en Málaga solo incluye uno de los dos cargos anunciados

Contratar a un entrenador de baloncesto le va a resultar más barato al Ayuntamiento de Málaga que un árbitro de fútbol para el mismo puesto. El contrato que ayer aprobó el consejo de administración de la empresa pública Málaga Deporte y Eventos para su nuevo gerente, Javier Imbroda, presenta un enorme contraste con el que llegó a redactarse hace menos de un mes para Antonio Jesús López Nieto, que no se llegó a aprobar porque el ex árbitro aceptó la oferta del presidente de la Diputación, Elías Bendodo, para hacerse cargo de la dirección general de Deportes del ente supramunicipal.

Una de las circunstancias más llamativas es que el contrato de Imbroda no recoge que además de ser gerente de la sociedad, dirigirá también la Fundación Deportiva Municipal, pese a que el pasado 21 de julio fue presentado para ambos cargos. El concejal de Cultura, Deportes y Juventud, Damián Caneda, explicó ayer que no se podía incluir esta dedicación en el contrato porque éste es el de la empresa pública Málaga Deporte y Eventos, que en nada tiene que ver con ello. Sin embargo, en el contrato que se preparó a López Nieto si se recogían las dos funciones.

Caneda explicó que más adelante se concretará el nombramiento en la Fundación Deportiva, donde Imbroda no tendrá retribución, pese a que asume en sus funciones la de cuatro cargos anteriores, según el concejal.

El ex seleccionador nacional de baloncesto solo cobrará por todas sus funciones 70.200 euros, cuando López Nieto, además de este salario, iba a ingresar otros 14.000 euros por asumir la gestión de la Fundación Deportiva. Además, a López Nieto se le asignaba una retribución variable como incentivos que podría llegar al 10% del dinero que consiguiera que el Ayuntamiento se ahorrara en las transferencias anuales que realiza a la empresa pública para su sostenimiento. A Imbroda este variable se le rebaja hasta el 5%, por debajo incluso del 8% que ya tuvo López Nieto en su anterior contrato al frente de la empresa. Además, a Imbroda se le declara el régimen de incompatibilidades propio de la Administración, cuando al ex árbitro se le permitía por contrato compatibilizar su cargo con la asesoría de la Liga de Fútbol Profesional y ser miembro del comité de designación de árbitros.

"Yo no estaba de acuerdo con aquel contrato, que no hice yo. En el trabajo para una administración pública no solo debe considerarse el dinero, y Javier Imbroda no ha preguntado siquiera cual iba a ser su sueldo", explicó Caneda a EL PAÍS.